El zoo de Paris

Os presentamos a la Princesa Annabelle, la gata de Paris Hilton. Una gata muy cuidadosa porque pasea con delicadeza entre la porcelana presuntamente china de la Hilton. La princesa es una siamesa y convive pacíficamente con los gatos y loros de la chica rubia.

Esta monada de chihuahua tiene un tamaño diminuto, como le gustan a la Hilton. Se llama Peter Pan y, como veis, lo lleva en su regazo dormidito. El gusto por las "cosas" y animales pequeñitos debe ser de consulta de psicoanalista... ¿no? Es algo que deberíamos estudiar más detenidamente. Las hay que les da por lo "grande, ande o no ande" y a las que les da por lo "chiquitito". Cosas de la fama.

Seguimos con la visita al zoo de Paris. Aquí tenemos a los conejos comiendo pienso. Unos conejos que, como os contamos, rescató de una tienda porque iban destinados a ser comida de serpientes y otros reptiles. A Paris casi le da un ataque de nervios y se los llevó todos a casa. Monísimos.

El loro Hank. Ésta es otra de las mascotas de Paris Hilton. Desde luego la chica no es alérgica ni a pico, pelo ni pluma, porque en la casa de la heredera hay de todo... Dicen que está aprendiendo a hablar. Imaginamos que la primera entrevista será en exclusiva y junto a la poderosa Oprah.

Uno de los muchos perros de Paris Hilton, ¿guapo, eh? Este carlino se llama Mugsy.

En esta ruta por el Faunia que se ha montado Paris Hilton en su gigantesca casa hay perros pero, como veis, también hay muchos gatos. Esta monería blanca con manchita se llama Munchkin y posa así de feliz en su sofá estampado.

Paris Hilton se ha entretenido en hacer fotos a todas sus mascotas, a t-o-d-a-s. Incluso a este hamster que también ha decidido adoptar. No tiene nombre.

Prada. Así se llama este perro que la heredera lleva metido en un bolso horrible de manchas. Tan horrible como el disfraz-vestido que lleva puesto el pobre chucho: un jersey con forma de perrito caliente. No tenemos palabras para definir el modelito canino. El perro mira a cámara sin saber lo que lleva puesto, claro.

Habréis advertido que los nombres que elige Paris Hilton para sus mascotas son realmente difíciles, excepto estos dos. Os presentamos a Marilyn Monroe y Stewie.

Y por último... Tinkerbell, otro de los chihuahuas de Paris. Éste posa más acostumbrado a la cámara. No tiene miedo a los focos ni a los disfraces que en muchas ocasiones le ha puesto la rubia.