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La piel efecto ‘glow’ se ha convertido en una de las tendencias de la temporada, pero conseguir ese efecto sin maquillaje es el objetivo que busca toda ‘beauty’ adicta, porque no se trata solo de una cuestión estética, sino que una piel luminosa y jugosa es el resultado de llevar una rutina facial adecuada.
Una rutina cosmética adecuada es la que se adapta a cada tipo de piel, tanto si es seca como grasa, así como joven o madura, por lo tanto es imprescindible adaptarla con el paso de los años para que cubra las necesidades de siempre y las nuevas que vayan surgiendo, que muchas están relacionados con la disminución de la capacidad para sintetizar el colágeno.
Lo cierto es que conseguir una piel efecto ‘glow’ requiere algo de paciencia, porque el procedimiento va más allá de los cuidados básicos, exigiendo una rutina de belleza diaria a la que hay que dedicar un poco de tiempo. La buena noticia es que los resultados se aprecian desde la primera semana.
Conseguir una piel ‘glow’ exige una disciplina para el día, en la que la limpieza, la hidratación y el aporte de antioxidantes es la base, y otra diferente para la noche, cuando de nuevo es básica la higiene facial y en la que a lo largo de la semana se alternan diferentes rutinas.
Los expertos en ‘skin care’ no se cansan de repetir que la limpieza facial es básica si quieres que cualquier tratamiento haga efecto sobre la piel. De día basta con un limpiador suave tipo gel, espuma o agua micelar porque el objetivo es retirar cualquier tipo de impureza, grasa e incluso restos del cosmético que se ha aplicado por la noche.
Por la noche hay que esmerarse un poco más y realizar en la piel una doble limpieza, primero con un limpiador en aceite que sirva para retirar el maquillaje y la grasa facial y a continuación con otro soluble en agua que elimine cualquier resto de suciedad, polución o células muertas.
De día, con la piel limpia, el primer ingrediente que debe entrar en contacto con la piel es un antioxidante en formato sérum para dar luminosidad y elasticidad a la piel, que además va a estimular la producción de colágeno. El tipo de antioxidante, que puede ser vitamina C, D o E, niacinamida… dependerá del tipo de piel y de sus necesidades, porque no será el mismo si tienes la piel joven o madura.
La hidratación es otro de los básicos de una rutina de belleza correcta si se quiere evitar que la piel tenga un aspecto apagado y se busca mejorar su resistencia. Lo ideal es aplicar una hidratante que no solo aporte el agua que necesita, sino que disminuya su pérdida y mejore la función barrera de la piel.
Finalmente, el tercer imprescindible de la mañana debe ser siempre una crema con filtro solar, que puede ser con color para mejorar e igualar el tono. Se trata de un básico que hay que utilizar todos los días del año con el objetivo de crear un escudo frente a los rayos UV, que son uno de los principales enemigos del colágeno y la elastina, así como responsable de otros problemas mayores.
Si el retinol no ha llegado aún a tu vida, es el momento de incorporarlo por las noches a tu rutina de belleza porque es un renovador epidérmico que va a mejorar la calidad de tu piel al incrementar la producción de colágeno, que se traduce en mayor firmeza, elasticidad e hidratación y disminución de arrugas y líneas de expresión.
Aunque en pieles retinizadas se puede utilizar cada noche, hay que empezar poco a poco y basta con usarlo un par de noches a la semana porque para conseguir una piel ‘glow’ lo aconsejable es alternarlo con otros dos cosméticos.
Uno de ellos son los péptidos, que son una buena alternativa para quienes no pueden usar retinol y un excelente compañero del retinol tanto para alternarlos, como para combinarlos. Entre sus propiedades están la de promover la producción de colágeno y elastina y revitalizar la piel, además es altamente hidratante porque contiene activos que ayudan a que se absorba y retenga la humedad.
El otro imprescindible si quieres un auténtico efecto ‘glow’ en la piel es la exfoliación, que se debe incluir en la rutina de belleza al menos dos veces por semana. Es el cosmético necesario para retirar de la piel las células muertas que se acumulan en su superficie y el que mejor contribuye a limpiar el poro, evitar el tono apagado, los puntos negros y obstruidos o la piel seca y áspera.