Así es la moderna cocina de Jordi Cruz: piedra negra, muebles claros y mucha luz natural

  • El chef natural de Manresa ha montado en su propia casa una cocina digna de escaparate

  • Cuenta con mucho espacio para trabajar, grandes muebles dedicados al almacenaje y los electrodomésticos más modernos

  • Además, el contraste de la luz natural con los tonos oscuros hace de la estancia un lugar amplio y acogedor

Jordi Cruz, que cuenta con seis estrellas Michelin, siempre ha intentado que su vida privada y su relación con Rebecca Lima quedasen al margen de su trayectoria mediática y de su exitosísima carrera culinaria. Sin embargo, la fama es lo que tiene, que hace que los más curiosos quieran desentrañar cómo es la vida de ese exigente chef cuando sale de las cocinas. Su última gran actualidad en lo personal es que muy pronto será padre de su primer hijo junto a su chica, que nos anunciaba así su embarazo:

Un niño que en unos meses se incorporará a la familia que formó hace años junto a esta modelo brasileña de la que cada vez está más enamorado. Juntos han creado su propio hogar, en el que la cocina, como era de esperar, es el espacio estrella de la casa. Moderna. amplia y con mucho espacio para trabajar y almacenar, podríamos encontrarla en cualquier restaurante de nivel. De ahí que queramos enseñártela en profundidad. ¡Dale al play para descubrir todos sus rincones!

Colores oscuros y piedra negra

Si hay algo que llama la atención en la peculiar cocina de Jordi Cruz es el juego entre luz y oscuridad. Mientras que el suelo es de un tono madera claro, la pared principal de la estancia es de un gris perla oscuro que combina a la perfección con la piedra negra que hace de encimera en forma de ele y con los elementos de metal negro que hay repartidos por toda la habitación. Desde los modernos fogones de gas hasta la placa que los protege, la lámpara que cuelga del techo o el pequeño mueble sobre el que descansan los cientos de electrodomésticos con los que Cruz hace su magia: todo es negro intenso.

Sin embargo esto no hace que la estancia sea lúgubre o triste. Todo lo contrario. En contraposición a la oscuridad de la pared, parte de las paredes de la cocina está compuestas por unos enormes ventanales que dan directamente al jardín del chef y que permiten que entre una gran cantidad de luz natural a la cocina. Además, los apliques de los muebles lacados en un blanco brillante, así como la gran campana extractora que cuelga del techo, son de un gris claro metalizado que hace que la luz que entra refleje directamente en ellos y se expanda por todos los rincones.

Mucho espacio de almacenamiento

En una cocina de tan alta categoría como esta lo que no podían faltar son muebles donde guardar los utensilios. Si la mesa que recoge todos los robots de cocina que tiene el chef no fuese suficiente, Jordi cuenta con una larga hilera de armarios bajo la encimera que hacen de alacena para sus materiales. Además, un gran horno de última generación también tiene un sitio especial guardado bajo los fogones.

Al otro lado de la cocina, una estantería de obra con las baldas de cristal y una columna de la misma madera que el parqué del suelo, hacen de separador entre lo que parece la zona de cocinado y la de despensa. En esta última estancia, un altísimo frigorífico gris de dos puertas hace de recibidor, acompañado de unos grandes armarios blancos que van del suelo al techo y que se intuye pueden ser el almacén de la deliciosa comida que el chef se encarga de preparar.