Tres formas diferentes de ponerse la falda de lentejuelas y acertar

Las faldas de lentejuelas han dejado de ser una prenda exclusiva de fiestas y eventos para convertirse en una opción más del armario de diario. Vale que no todas son adecuadas, especialmente las que son largas hasta el suelo, que es mejor reservar para la noche, pero si encuentras formas diferentes de ponerse la falda de lentejuelas, las de tamaño mini y midi pueden llegar a ser perfectas en muchas más ocasiones de las que en principio piensas.

La clave está en la intención y en el resto de las prendas y complementos con los que se combine para conseguir que salga del modo festivo en el que ha estado anclada durante décadas, un lugar que ha decidido abandonar en los últimos tiempos con ayuda de americanas, sudaderas, jerséis y un calzado plano.

Si hablamos de su vertiente más nocturna y fiestera, lo cierto es que en los últimos tiempos la falda de lentejuelas también ha encontrado nuevas parejas de baile en los eventos que exigen looks con varias dosis de sofisticación, compañeros que las acercan incluso al estilo más minimalista y la alejan de los tópicos y de los típicos estilismos ‘navideños’ donde el brilli-brilli es la estrella.

Falda de lentejuelas para el día: el poder de los básicos

Para llevar la falda de lentejuelas a los looks de diario, nada mejor que recurrir a básicos como camisetas, sudaderas o jerséis en tonos neutros que rebajen su intensidad.

Puedes optar por un estilismo más formal si la combinas con una americana, con un abrigo o con una gabardina, aunque también puedes llevarla al extremo más casual si optas por completar el outfit con cazadoras de cuero o chaquetas vaqueras.

Las botas de caña alta, los botines de suela track, los mocasines, las deportivas o las bailarinas, serán buenas elecciones de calzado si quieres que tu falda de lentejuelas salga a la calle por las mañanas.

Falda de lentejuelas en clave minimalista

Obviamente, las faldas de lentejuelas son una prenda muy alejada del estilo minimal que imperó en la década de los 90, pero se puede rebajar su intensidad si la combinas con las piezas más sobrias de tu armario. La manera más sencilla es elegir de compañera una camisa blanca, especialmente si la falda es dorada o plateada.

Si has optado por un modelo de lentejuelas negras lo tienes mucho más fácil porque basta con hacerte un look monocromático para clavar el estilo minimalista. Elige para completar tu estilismo un sencillo jersey ajustado negro y estarás lista con un toque de rojo en los labios.

Falda de lentejuelas mezclando materiales y colores

La apuesta más complicada es, posiblemente, aquella que convierte en protagonistas a todas las prendas de tu look. No es una opción para todos los gustos y requiere un manejo del color y del estampado nivel experto porque de lo contrario el resultado es un caos ininteligible.

Si partes de una falda de lentejuelas compuesta de varios colores, puedes conseguir un estilismo con mucho rollazo mezclando materiales o estampados, pero recuerda que para que funcione hay dos reglas que no debes perder de vista: añadir un color neutro que suavice la mezcla y que exista un hilo conductor en el colorido o estampado que se mezcla.