Ruptura entre Marta Ortega y su marido. Te recordamos quién es Sergio Álvarez
Ella es la heredera de la mayor fortuna de España y la tercera del mundo, según Forbes, y él, además de hijo de importantes empresarios, está considerado uno de los mejores jinetes del mundo en la disciplina de saltos. Una relación que se fraguó en la discreción y lo más alejada del foco público y que se ha mantenido así hasta el (posible) final. Sin hacer ruido, el jinete habría abandonado el hogar conyugal, además de trasladar sus pertenencias de Casas Novas, la hípica de los Ortega, a casa de sus padres, en Asturias, donde se ha mudado temporalmente, según apunta 'Vanitatis'.
El que ahora ya podría ser ex yerno del todopoderoso dueño de Inditex, es un amante de la hípica desde niño. Empezó a practicarlo con seis o siete años y, con 20, ya era jinete profesional. Ha cosechado numerosos premios, es el primero en el ránking nacional de la disciplina de saltos y se ha convertido en imprescindible en el equipo español de esta disciplina.
En las pocas entrevistas que concede, apenas habla de su suegro y evita la palabra 'Zara'. Si la separación se confirmase, el jinete perdería los numerosos privilegios y lujos de los que puede disfrutar siendo el heredero consorte del importante imperio que Marta Ortega está llamada a dirigir.
En las últimos meses se les ha podido ver juntos en la celebración del sesenta cumpleaños de Flora Pérez, esposa de Amancio Ortega y madre de Marta, el pasado octubre, y en diversas competiciones hípicas, una afición que ambos comparten. Desde el nacimiento de Amancio Junior, hemos visto a Marta y a Sergio dedicados a su bebé y encantados con él.
Él siempre ha seguido en la primera línea de competición, mientras la reincorporación de Marta a al mundo de la hípica ha sido más reciente. ¿Quizás los continuos viajes de él, por su profesión, hayan podido enfriar la relación de los nuevos papás?
Después de tres años de noviazgo, la boda llegó en febrero de 2012. Fieles a su amor por 'el terruño', los Ortega disfrutaron de un enlace repleto de detalles autóctonos: merluza cantábrica, los vinos, el chef o el diseño del vestido de novia . Todo, en el Pazo Do Drozo. Era la boda de la niña bonita de Amancio y la ocasión lo merecía. El bebé llegó un año después. Amancio Junior convertía a uno de los hombres más ricos del mundo (Amancio Ortega) en abuelo por cuarta vez.
