Celebraciones

LA MEDIA LUNA DE ÖZIL. Esto de las celebraciones sobre el terreno de juego da para mucho. Sabiendo leerlas podemos descubrir muchas cosas de un futbolista. Desde si está enamorado (como Puyol) hasta si lo que siente es agradecimiento, como es el caso del madridista Özil. El futbolista de origen turco quiso agradecer con este simbólico gesto (una media luna árabe) las últimas declaraciones de la presidenta de su país, Angela Merkel. Según ésta, el merengue es "ejemplo de integración y ayuda a la comprensión turco-alemana". Lo cierto es que podía haberle dedicado un rap (ya sabemos de sus habilidades en el género) pero el joven de 22 años prefirió meter un gol ante el Milán y de paso hacer un favor al equipo.

PUYOL ENAMORADO. Si Özil da las gracias, Puyol da muestras de su amor. Y es que por muy rudo que parezca a los ingleses, nuestro agromán tiene su corazoncito y este sábado no dudó en enseñárselo a toda la grada del Camp Nou. Quería decirles que estaba enamorado. Que Agnes tenía una sustituta. Y que sí, es la misma con la que este verano lo vimos de fiesta. La chica se llama Malena Costa y es ex Supermodelo, como Noelia la de Guti. Sólo que ella participó en la edición de 2006. Visto su cuerpo, su cara y su juventud (tiene 20 años y Puyol, 32) es normal que se sienta tan orgulloso.

EL CORAZÓN DE DI MARÍA. Otro que también abre su corazón sin ningún problema es el argentino del Real Madrid. Cada vez que mete un gol, Di María lo muestra a todo la grada. Porque dice Di María que así demuestra el amor que siente por el fútbol (el que siente por su tierra lo lleva tatuado bien grande en el brazo "Nacer en El Perdriel fue y será lo mejor que me pasó en la vida").

LA TABLETA DE FORLÁN. Cada vez que la temporada pasada el Atleti jugaba un partido importante o cada vez que durante el Mundial Uruguay tenía un encuentro decisivo, en divinity cruzábamos los dedos para que Forlán metiese un gol in extremis. Sólo en eso casos hacía la celebración que más nos gustaba (y nos sigue gustando): quitarse la camiseta y mostrar al público los abdominales que adornan su torso. Sólo unos pocos (como Cristiano) tienen el privilegio de estar a la altura del uruguayo. El resto hacen la versión Iniesta, que luce camiseta interior para no quedar en evidencia.

VILLA, EN MODO TORERO. Fue sólo flor de un día. Porque Villa sólo utilizó esta modalidad de celebración durante el Mundial. Cada vez que metía un gol (cinco veces en total), el güaje hacía un pase torero (y nosotros decíamos desde la barra del bar ‘oooooooooooolé!!). Sus intereses taurinos (que los tiene a la vista de estas fotos) no fueron determinantes en su elección. Fue todo cuestión comercial. El mismo jugador lo contó en una entrevista: “No es un gesto taurino sino que es un gesto prometido a una empresa, a un grupo de gente que me lleva temas de marketing, y que para nada es un gesto taurino sino un gesto de brindar el gol a toda la afición española". La empresa a la que se refería era McDonalds.

GÜIZA, EL ARQUERO. Siempre que el ex marido de NuriaBer y jugador del Fenerbahçe SK mete un gol se acuerda de Kiko Narváez. Nada de pensar en sus hijos ni en su pareja de turno, al jerezano le viene a la mente su compatriota. Se lanza de rodillas hacia el suelo y alza los brazos imitando a un guerrero de los de antes (y a Kiko, claro). Homenaje de uno y emoción del otro. Porque el cariño es mutuo y Kiko dice que ver el arquero le llena el alma". (¡qué bonito!) Por cierto, que Torres también ha hecho en alguna ocasión su particular homenaje al ex jugador del Atleti.

EL BESO DE RAÚL. Todo cambió el día que Raúl se casó con Mamen Sanz. Corría el año 1999. El joven jugador merengue se casaba con la ‘modelo’ madrileña (¿o mejor decimos camarera?) y algo empezaba a cambiar en el Real Madrid. A partir de ahora los goles ya no iban a ser lo mismo, ahora los goles iban a ser todos para Mamen. O casi todos, porque si se puede hacer callar al Camp Nou ) tampoco es cuestión de dejar de hacerlo… Desde que se casó, Raúl (que ha metido 317 tantos como merengue) dedica prácticamente todos sus goles a su mujer besándose la alianza de casado. ¡Eso es amor y lo demás son tonterías! Ni siquiera sus hijos reciben una atención semejante. Y teniendo en cuenta que son cinco tampoco le queda mucha más opción al delantero: hacer un Guti y poner sus iniciales en la camiseta está totalmente descartado por falta de espacio.

LUCA TONI: “¿AVETE CAPITO?” El Don Drapper del fútbol (el parecido es más que razonable) es tan chulo como el Don Drapper de la serie. Porque Luca Toni no es de los que dedica los goles a su afición. Tampoco a un compañero. Ni siquiera a su pareja. Él pasa del ‘va por ustedes’ y lo sustituye por un ‘ahí queda eso’, que le pega mucho más. Cada vez que el italiano marca se lleva la mano a la oreja lo que, según explica el mismo en su web oficial, viene a significar un 'avete capito' o en español 'entiendes???' Y es que, pa chulo, chulo… ¡LUCA TONI!

EL ROBOT DE PETER CROUCH. En 2006, en un partido de su selección contra Hungría, el jugador inglés sorprendió a la grada celebrando un gol con este robótico baile. El larguirucho del Tottenham corrió a la banda y empezó a mover sus más de dos metros de estatura con una habilidad que nada tenía que envidiar a la de Michael Jackson. ¡Lo bordó! Y claro, todo el mundo empezó a pedir que lo repitiese (otra, otra…) Peter lo repetía, lo repetía y un día se cansó. Ahora sólo lo hace en ocasiones especiales como protagonizar un anuncio de publicidad o 'bailar' en una discoteca. Él lo hace fuera del terreno de juego y otros le cogen el relevo en el campo, como este equipo que se marca la coreografía de 'Bad Romance' de Lady Gaga cada vez que llega a portería.

KLOSE, ARTISTA DE CIRCO.- Lo de dar la voltereta es muy vistoso, pero no todos lo pueden hacer. Aquí entran en juego las habilidades gimnásticas de cada uno. Hugo Sánchez fue un precursor allá por los 80 y el alemán Klose lo hace ahora con la misma gracia y habilidad. A otro que también se le da bien esto de girar en el aire es a Sergio Ramos, aunque lo ha dejado de hacer. Y no porque no meta goles o su capacidad física haya ido a menos… es todo cuestión de su antiguo jefe. Y es bastante comprensible porque seguro que más de un entrenador se ha planteado alguna vez el dilema: ¿gol o voltereta?

DESMADRE CON FOWLER. No es que sea su celebración más repetida, pero desde luego sí que ha sido la más famosa del inglés Robbie Fowler. Probablemente porque parece más propia de una fiesta con Amy Winehouse y Pete Doherty de invitados que de un futbolista (¡¡y eso que sabemos de más de uno que han ido por ese camino!!). Robbie Fowler 'esnifó' la línea de banda como si se metiese una raya en pleno partido. Su objetivo no era tanto celebrar el penalti que acababa de marcar sino burlarse de los fans que decían que era adicto a la coca. A la grada no sabemos si le quedó claro, pero después de la sanción de seis partidos sin jugar al futbolista no le quedaron ganas de repetir.

SENSUAL MILLA. Los bailes son un clásico en el fútbol. Desde el robot de Crouch a esta imitación del Chiki Chiki que se marcó hace unos años el jugador del Villarreal Christian. Pero si hay un baile que nos gusta en divinity, ése es el de Roger Milla. El camerunés, ya retirado, no sólo conquistaba al público con sus goles, también se llevaba de calle al banderín de corner. Y es que con esos bailes 'arrimaos' que le dedicaba, cualquiera en su lugar también caería…

PAPÁ BEBETO. Su mujer acababa de dar a luz a su tercer hijo y cuando Bebeto marcó ante Holanda, lo celebró con un gesto como si acunara al pequeño ‘bebetín’. Sus compañeros Mazinho y Romario le acompañaron y la celebración se convirtió en un ejemplo a imitar. Lo hizo Ronaldinho y otros como el Kun Agüero han preferido innovar con gestos más infantiles como éste. Uno es tan válido como el otro y cada uno que elija la que más le guste. Mientras te decides te contamos que el niñito de Bebeto ya marca goles por sí solo y que su hija desfila en pasarela como la de Romario… ¡Qué mayores se han hecho!

A BAILAR SE HA DICHO No podíamos despedirnos sin mencionar a este equipo islandés. Cada uno de sus goles supone una celebración diferente, a cada cual más original. Viendo los vídeos que circulan por ahí sólo podemos decir eso de… ¡lo suyo es arte y lo demás son tonterías! Claro que tampoco podemos ocultar nuestra preocupación. Si ensayan en los entrenamientos, no entrenan. Y si no entrenan, no hay goles. Y si no hay goles, no hay celebraciones… ¡Menudo lío! Igual deberían empezar a pensar directamente en el espectáculo.