Se fueron antes de los 30

Guillermo Alonso.- Cantante de éxito y actriz prometedora (iba a aparecer en la tercera entrega de Matrix), falleció cuando su avión se estrelló volviendo de grabar un videoclip de las Bahamas en agosto de 2001.

La eterna historia de la estrella infantil descarriada. Brad Renfro saltó a la fama tras su papel en "El cliente" a la edad de 11 años. Con 16 ya empezaron sus problemas con la justicia por posesión de cocaína y marihuana. Su carrera cayó en picado mientras sus apariciones en la prensa se multiplicaban debido a su errático comportamiento. En enero de 2008 fue encontrado muerto en su apartamento de Los Angeles debido a una intoxicación de heroína y morfina.

El hijo del misteriosamente fallecido Bruce Lee no corrió mucha mejor suerte que su padre. Tras una serie de prometedoras películas de acción firmó un contrato millonario con 20th Century Fox. La película que lo convirtió en una estrella definitiva se estrenó cuando él ya había muerto, pues una pistola que no debería estar cargada lo mató durante el rodaje de "El cuervo". Su muerte fue declarada accidental.

Si hay un difunto llamado a convertirse en icónico de aquí a unos años es él. A su carácter atormentado hay que añadir su talento como actor (demostrado en "Brokeback Mountain" o en "El caballero oscuro", que le valió un Óscar póstumo). Su muerte se tildó de accidental, cuando consumió una mezcla letal de medicamentos recetados para su insomnio.

Inculta, malhablada, racista y, al final, legendaria. Jade Goody comenzó siendo una concursante más del Gran Hermano británico para conquistar a toda la nación sin que nadie entienda muy bien por qué, tal vez por un carisma inexportable y por despertar una empatía nacional pocas veces vista anteriormente. Llegó a tener su propia autografía (un éxito de ventas) y todo tipo de merchandising. En 2008 le fue detectado un cáncer cervical que se la llevó en 2009 y en Reino Unido las muestras de dolor superaron a las del mismísimo Michael Jackson. Digital Spy la llamó la "estrella de telerrealidad definitiva".

Los más jóvenes lo habrán olvidado, pero aquellos que fueron adolescentes en los 90 recordarán a este chico que estaba presente mes sí y mes también en las páginas de las revistas juveniles. Se convirtió en una prometedora estrella de cine gracias a protagonizar "La historia interminable 2" o "It", y en televisión se hizo principalmente conocido por "Sea Quest. Los vigilantes del fondo del mar". También ocupó unas cuantas páginas en las revistas del corazón por ser el novio de Tatyana M. Ali, o sea, Ashley en "El príncipe de Bel Air", durante tres años, hasta 1998. En 2003 Brandis se ahorcó en su apartamento de Los Angeles. Sus amigos declararon que estaba deprimido por el decline de su carrera y la gota que colmó el vaso fue la eliminación de sus escenas de la versión final de "La guerra de Hart", un film con Bruce Willis que él esperaba que fuese su gran papel de retorno al estrellato. Finalmente, "La guerra de Hart" fue un desastre en taquilla cuando se estrenó tras su fallecimiento.

Junto a Kurt Cobain, el otro gran héroe caído a principios de los noventa. Sólo tenía 23 años cuando murió de una sobredosis en la puerta de Viper's Room, club de moda por aquel entonces en Los Angeles y propiedad de Johnny Depp. La noche del 31 de octubre de 1993, tras enterarse de que no podría tocar la guitarra en el escenario del local, se pasó con el alcohol y los estupefacientes. Según sus amigos, la música era su principal pasión. Murió apenas una hora después, en los brazos de su hermana Rain mientras su hermano Joaquin llamaba a la ambulancia. A sus 23 años ya coleccionaba una nominación al Oscar y otra al Globo de Oro.

Tras pegarse un tiro el 8 de abril de 1994, Kurt Cobain dejó el cadáver del último gran héroe trágico del pop. El responsable de la explosión del grunge a principios de los noventa tenía demasiado gusto por la heroína y los pensamientos negativos. Le sobrevivieron su fija Frances Bean y su viuda, Courtney Love, odiada y amada a partes iguales y siempre a la sombra de la sospecha por la muerte de su marido. Para muchos, la Yoko Ono oficial de los años noventa. "Para Frances", terminaba su nota de suicidio. "Su vida será mucho más feliz sin mí". En fin.