Eduardo Casanova no se cuida demasiado, y cree que nunca se ha relajado en su vida, pero confiesa que "cuando quiero relajarme, me voy a 'El Corte Inglés'". La parte que más le gusta de su cuerpo son sus ojos, y la que menos, diría que los pies. Pero pensándoselo bien...le gusta todo de él. Su destino vital sería Japón, aunque admite que "es todo menos zen porque entras ahí y te da un ataque de epilepsia".