Excentricidades vip: las supersticiones más locas de los famosos
Todos tenemos manías extrañas que forman parte de nuestra vida cotidiana. Los hay quienes tienen que leer el periódico empezando por el final, quienes no soportan ver puertas abiertas o el tradicional (mal) hábito de morderse la uñas. Oteradas, en su habitual labor de acercar la vida cotidiana de los personajes famosos, ahonda hoy en las manías de los personajes habituales de la crónica social.
El tanga de la suerte de Malú
La cantante Malú es maniática y no tiene reparo alguno en contarlo. La más sorprendente tiene como protagonista a su ropa interior: "Si el concierto va muy bien, repito la ropa interior que haya llevado en ese concierto… lo lavo antes, claro. Pero es el tanga de los conciertos", dijo sin reparo alguno en la pasada edición de ‘La Voz’. La intérprete tampoco come antes de un concierto, porque si su estómago está lleno no puede darlo todo en el escenario.
Los rituales de Rafa Nadal
Mientras Malú repite braga, Rafa Nadal se toca el calzoncillo. El manacorí tiene la costumbre de tocarse el calzoncillo antes de sacar. Pero no se quedan aquí sus manías: el tenista siempre tiene dos botellas de agua (una fría y otra del tiempo) y las coloca de forma obsesiva en el mismo sitio, con las letras alineadas en diagonal. Además las coloca de forma obsesiva en el mismo sitio, con las letras alineadas en diagonal.
Jorge Javier Vázquez, maniático integral
El presentador estrella de Telecinco atesora más manías que forman parte de su vida cotidiana (y también de las de su entorno más cercano). Salir a cenar con él resulta una odisea, y es que cuando va a un restaurante “con las cucharas y tenedores, antes de llevármelos a la boca, los pruebo con la punta, porque hay muchos que me dan tericia”. “Cuando voy al baño me da mucho asco tocar el pomo”, asegura el presentador de ‘Gran Hermano’. Vázquez cuenta que también es de echarse “mucho perfume antes de empezar el programa, pero los fuertes, no los fresquitos”.
Mercedes Milá, supersticiosa absoluta
La predecesora de Jorge Javier al frente del programa de telerrealidad, Mercedes Milá, cuenta con supersticiones antológicas. Mercedes no permite que nadie lleve nada amarillo en un plató: no ver ni un calcetín amarillo en el estudio. Tampoco soporta el número 13 (recordemos que la decimotercera edición de GH se llamó 12+1) y no salía a presentar una gala en directo si no se comía un plátano antes de entrar a plató.
Alaska y su glazomanía
La cantante y vocalista de Fangoria, la queridísima Alaska, padece glazomanía. Dicho así parece algo grave, pero en realidad no es tanto: la cuestión es que Olvido Gara es una mujer extremadamente metódica. Esto le lleva a tener que hacer listas de todo y, además, seguirlas a rajatabla. Según cuenta, esta manía saca a Mario Vaquerizo de quicio: “Por ejemplo para hacer una maleta yo preparo una lista en el ordenador y tardo dos horas. A Mario le saca de quicio porque él la hace quince minutos antes”.
Marta Sánchez y las camas
Ahí donde la vemos, Marta Sánchez es una auténtica maruja. A la reina del pop nacional le gusta que las habitaciones de los hoteles estén perfectas y por eso muchas veces es ella misma la que se hace la cama. “A mi me gusta mucho que la cama esté hecha a mi gusto, así que no tengo inconveniente en hacer yo misma la cama de los hoteles cuando duermo varias noches”, asegura. Su armario, además, da gloria verlo: “está todo perfectamente colocado y fácil de localizar”.
Mónica Naranjo y su obsesión por el orden
Su amiga Mónica Naranjo también tiene lo suyo y la Pantera de Figueres resulta una obsesiva del orden que no tiene intención de cambiar. "Desde pequeñita me inculcaron que el orden es el principio de la disciplina y me ha ido muy bien. ¿Que soy un coñazo? ¡Pues que se jodan! Me pone de los nervios encontrarme las toallas arrugadas. Las sábanas sin estirar. Y los cojines han de estar colocados de forma totalmente simétrica. A veces mi marido se enfada, estruja su almohada, la suelta y dice: ‘No la toques porque está en mi lado’. Y yo le digo: ‘Sí, hombre’. ¡Qué ingenuo! En cuanto se va, la recoloco".
Pedro Almodóvar y las fotos en los hoteles
Por todos es conocido el gusto de Pedro Almodóvar por la fotografía y los retratos. Lo que a lo mejor no todo el mundo sabe es al gusto del director manchego por fotografiarse a sí mismo en los espejos de los hoteles donde se aloja. “El caso es que en todos los hoteles a los que voy me hago una fotografía frente al espejo. Es un ritual de película de arte y ensayo, lo sé, pero me gusta hacerlo”, se confiesa el cineasta.