Nuere se alza con el galardón por su aportación a la arquitectura tradicional a través de sus obras de artesonado, conocido como mudéjar, y por el descifrado de las reglas geométricas originales plasmadas en los manuscritos de la carpintería del siglo XVII. Con ello, Nuere ha recuperado un oficio olvidado en el SXVIII, los carpinteros de lo blanco, que ya pudimos ver en la casa de Marbella de Julio Iglesias.