Lo llevaba anunciando desde hace meses. Este domingo 19 de agosto, ataviado con un traje azul, Jesulín volvía a torear en Cuenca después de ocho años sin pisar una plaza de toros. El diestro quería saborear el momento, disfrutar de su regreso. Pero una vez terminó la corrida, ‘Cazamariposas’ se percató de algo que nadie ha querido contar. Para los aficionados del toreo, fue el gran día de Jesulín. Pero detrás de las apariciones se esconde un secreto oculto, una sombra que estuvo a punto de mancharlo todo.