De manera tranquila y consciente: el 'mindful eating' cambia la relación que mantenemos con la comida

El 'mindful eating' o alimentación consciente propone una nueva manera de relacionarnos con la comida alejada de las prisas y la ansiedad
Cambiar nuestros hábitos alimenticios es sencillo y nos ayudará a identificar qué necesita de verdad nuestro organismo
Comer despacio, cuando tenemos hambre o con productos libres de aditivos como los de Arla son consejos a tener en cuenta
El trabajo, los estudios, los planes, las prisas. Actualmente estamos sumidos en una espiral frenética en la que nuestro ritmo diario apenas nos da un respiro. Es normal que tengamos la cabeza en mil cosas y que muchas de las actividades más rutinarias las hagamos de forma automática, con el 'piloto' puesto y sin ser verdaderamente conscientes. Y la comida suele ser una de las facetas en las que más nos descuidamos.
Nos pasa a todos. El día a día provoca que, generalmente, comamos rápido y sin prestar demasiada atención. Es más, en la gran mayoría de las ocasiones la comida es solo algo que hacemos de fondo, mientras realizamos otra actividad: desde ver la televisión a hablar con un compañero de trabajo o nuestra familia. Y tampoco son pocas las ocasiones en las que nuestros hábitos alimenticios vienen determinados por el estrés o la ansiedad.
Desde hace años, el mindfulness viene defendiendo la necesidad de prestar atención de forma consciente a lo que hacemos en cada momento. De centrarnos en el presente, reconocer, aceptar y valorar las experiencias que vivimos en cada momento. Y de esta práctica nace un concepto que se está convirtiendo en una auténtica tendencia en lo referente a alimentación, el mindful eating.
No se trata de ninguna dieta. Pero sí va a cambiar radicalmente tu forma de relacionarte con los alimentos. El mindful eating propone dar un giro de 180 grados a la manera en la que comemos habitualmente para establecer una relación sana con la comida. Que aprendamos a identificar las necesidades de nuestro organismo, a leer nuestro cuerpo y tomar decisiones conscientes. ¿Y cómo pretende conseguirlo? A través de los siguientes puntos:
Aprende a leer a tu cuerpo
La mayor parte de las veces que nos llevamos alimentos a la boca es para dar respuesta a una necesidad abstracta que sentimos. Pero, ¿es hambre realmente? ¿Puede que sea solo aburrimiento? ¿O que estés condicionado por la ansiedad o los nervios? Haz un ejercicio de introspección e intenta identificar qué es lo que verdaderamente siente el organismo, te ayudará a evitar comer sin hambre.
Fíjate en lo que comes
Aprender a comer bien implica que aprendamos también a identificar qué comemos, qué ingredientes tienen los alimentos que preparamos. Aunque comas de todo, está bien que sepas qué ingieres y qué efectos puede tener en tu organismo. Y en esto tiene una vital importancia apostar por productos naturales, o elaborados con ingredientes naturales. Con nuestras rutinas habituales necesitamos productos libres de aditivos que nos proporcionen soluciones creativas, sencillas y sabrosas. Productos como los quesos de Arla, que aportan un toque natural y personal a los platos. Mira las etiquetas y busca sus ingredientes y, si puedes, aprende más sobre los productos que consumes. Conocer su origen e historia, también es parte del mindful eating.
Disfruta
Para el mindful eating es vital guardar ciertas pautas cuando nos disponemos a comer. Debemos hacerlo sentados, y en un espacio tranquilo en la medida posible, para evitar que otras sensaciones (la molestia del ruido o de tener que estar de pie) nos hagan comer de una forma inadecuada. Podemos empezar por beber agua antes de comer, ya que ayuda a saciar y reducir la sensación de ansiedad. Come con tranquilidad y masticando despacio, sin prisa, para disfrutar el momento. Es muy importante ser conscientes de que somos lo que comemos y cómo lo comemos. Para ello, para, evita cualquier tipo de distracción y convierte el momento de la comida en un momento de disfrute personal. Permítete saborear y sentir cada bocado de la comida que vas ingerir y que su fin último será alimentarte.