Vacaciones

La mujer de Julio Iglesias, Miranda, en España con sus hijos: sus planes de verano

Miranda Rijnsburger, en una foto de archivo
Miranda Rijnsburger, en una foto de archivoCordon Press
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Cada verano, el clan Iglesias Rijnsburger acostumbra a instalarse en Marbella, concretamente en su imponente finca ‘Cuatro Lunas’, un auténtico paraíso de 400 hectáreas enclavado en la sierra de Ojén. Pero este 2025 será especial: a su tradicional refugio marbellí se suma una nueva propiedad en Galicia que conecta al cantante con sus raíces ourensanas.

Aunque Julio no se ha visto al cantante, su familia ya ha llegado a la Costa del Sol. Según confirma la revista ¡HOLA!, Miranda Rijnsburger se ha instalado en ‘Cuatro Lunas’ junto a dos de sus hijos, Miguel y Guillermo, además de la pareja de Miguel, la empresaria Julie Steen, y los perros de la familia, Luke y Leila. Todo apunta a que este año repartirán la temporada entre el sur y el norte de España.

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Los planes de verano de la familia

En Marbella, los Iglesias disfrutan del verano entre caballos, tenis y largos paseos por los jardines que rodean su finca. Victoria y Cristina, las gemelas menores, suelen acudir a Puerto Banús con amigas o navegar por la costa. Mientras tanto, sus hermanos Miguel y Rodrigo optan por escapadas a Tarifa para practicar deportes acuáticos. Miranda, por su parte, mantiene su rutina de ejercicio diario y continúa cultivando su pasión por la equitación, compartida con sus hijas.

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Pero, a diferencia de otros años, este verano no se limitará solo a la Costa del Sol. Julio Iglesias ha confirmado a '¡HOLA!' que su intención es pasar más tiempo en España y que su nueva casa en Galicia ha sido adquirida con ese propósito. De momento, quienes sí han regresado al país son Miranda y parte de sus hijos, con planes de disfrutar entre la tranquilidad de Marbella y una nueva etapa en el norte.

Así es la nueva casa de Julio Iglesias en Galicia

La nueva propiedad de los Iglesias está ubicada en Villarino, una aldea del municipio ourensano de Piñor. Se trata de una finca valorada en unos cuatro millones de euros, con más de 16.000 metros cuadrados de terreno, lago artificial, jardines ingleses y una vivienda de más de 1.600 metros cuadrados. Según declaraciones del propio Julio a la revista mencionada anteriormente, eligió este lugar por su cercanía emocional: a solo diez kilómetros de donde pasó parte de su infancia visitando a sus tíos.

Las obras ya han comenzado. La piscina, por ejemplo, se está reformando para facilitar terapias de rehabilitación, y también se está explorando la posibilidad de adquirir terrenos colindantes para ampliar la finca. Su entorno ha confirmado que esta compra no responde a un capricho, sino a un deseo de reencontrarse con sus orígenes.