Aurelio y Ana, los padres de Joaquín Sánchez que le regalaron "una infancia maravillosa"

Tenía dieciséis años cuando empezó a formar parte de la cantera del Betis. Ahora, a sus 41 años, Joaquín Sánchez es uno de los futbolista españoles más reconocidos no solo por su carrera profesional, también por el sentido del humor con el que se caracteriza. En estos últimos años ha decidido entrar a formar parte del medio de la televisión y no ha tenido problema en hablar públicamente de su matrimonio con Susana Saborido, la mujer con la que lleva más de veinte años, y sus dos hijas, Daniela y Salma, que tienen 16 y 13 años respectivamente.

El deportista siempre ha vivido "en una casa muy humilde" junto a sus padres y sus siete hermanos, todos mayores que él. El deportista ha contado que de pequeño, además del fútbol, su otra pasión eran los toros. "No fui torero porque mi madre no me dejó. Ella veía que yo estaba cegado en eso, en escaparme para torear", ha contado en la serie sobre su propia vida. De su madre tiene muy buenos recuerdos. Ana ha sido siempre una mujer, en palabras de su hijo, "muy especial para todo" y que siempre se ha desvivido para que a sus hijos no les faltase un plato de comida en la mesa.

La dura historia de la madre de Joaquín Sánchez

Pero no todo fue un camino de rosas. Los padres del deportista tenían una vida muy humilde y alimentar a ocho niños no era una tarea fácil. Es por eso que cuando Ana se quedó embarazada de Joaquín, el pequeño de los hermanos, "se tiró por las escaleras" para intentar perder al bebé. "No fui buscado, con siete no creo que yo fuese buscado", dice el deportista. La madre de Sánchez no sabe "leer ni escribir" porque "no ha tenido tiempo de tener esa vida" y se ha dedicado a cuidar de sus hijos. El futbolista recuerda su infancia con una familia muy unida en la que todos los hermanos dormían juntos y era "muy bonito".

Aurelio Sánchez, su padre, ha trabajado "de todo" para que no les faltase nada. Tenía un bar y siempre ha sido "muy futbolero", una ilusión que aumentó cuando consiguió que su hijo pequeño se dedicase al fútbol como profesión. "Nunca nos ha faltado de nada. Mi padre se ha buscado la vida siempre, recuerdo tener unos reyes maravillosos. Mi infancia ha sido maravillosa", asegura orgulloso el sevillano.

Al que siempre recuerdan con cariño es a su tío, el hermano de su padre, que falleció hace unos años. El jugador del Betis asegura que fue, tanto para él como para sus siete hermanos, como "un segundo padre" que siempre les acompañó en todas las facetas de su vida.