Sara Carbonero habla como nunca de su madre, Goyi Arévalo, en una sincera carta: "A la que siempre está"

Sara Carbonero ha guardado siempre cierto recelo sobre su vida privada. Desde que comenzó a tener exposición mediática, hace una década y media, la periodista ha preferido guardar su privacidad lejos del foco. Apenas suele hacer menciones a su lado más personal en sus apariciones públicas, sus entrevistas. Tampoco en sus redes sociales, aunque recientemente parece haber dado un cambio, mostrado más dicha faceta a sus seguidores. Hace unos días, la toledana posaba por primera vez junto a su chico, Nacho Taboada, tras un año de relación, aproximadamente. Lo volvía a hacer posteriormente con su abuela, de 98 años. Y lo ha repetido ahora con su madre Goyi, a la que ha dedicado un emotivo homenaje por su cumpleaños.

Pocas son las informaciones que han trascendido a lo largo de los años respecto de la familia de Carbonero. La expresentadora de Informativos Telecinco ha compartido puntualmente imágenes con algunos de los suyos en su Instagram, como su mencionada abuela, a la que felicitaba por su 98 aniversario recientemente. También con su hermana Irene y su pequeño sobrino. Y evidentemente junto a sus dos hijos, Martín y Lucas, fruto de su relación con Íker Casillas. A esta lista se suma ahora su madre, Goyi Arévalo.

La emotiva dedicatoria de Sara Carbonero a su madre, Goyi Arévalo

Su madre, según lo publicado el pasado noviembre, habría abandonado Corral de Almaguer, su pueblo natal en Toledo, para instalarse en Madrid. Todo ocurrió en el contexto en el que Sara tuvo que ser intervenida quirúrgicamente por un susto de salud. Se dijo entonces que el traslado de Goyi le permitiría así estar cerca de su hija y nietos. Ahora, con motivo del cumpleaños de la progenitora de la periodista, le ha dedicado un extenso texto en Instagram en el que ha desgranado cómo es la relación entre ambas.

Sara ha tenido palabras tremendamente cariñosas para su madre, de quien ha dicho que es su "puerto seguro”, su "mar en calma" y su "cable a tierra". Ha dicho de ella que es dulce, generosa y fuerte, y que le ha enseñado a que todo se puede solucionar poniendo "el corazón por bandera". Carbonero ha comenzado a realizar un bonito repaso por algunos de los recuerdos que comparte con Arévalo a lo largo de las distintas etapas de su vida.

A su madre, según sus propias palabras, se deben los recuerdos de infancia "más felices": desde los baños en Nerja o Gandía, donde pasaban el verano, a los abrazos con olor a su colonia o el tacto de sus guantes de piel mientras recogían hojas en otoño. También durante la juventud: era Goyi quien le forraba los libros en el colegio, quien ponía a Serrat en casa y quien peinaba y vestía iguales a Sara e Irene, pese a que "a ninguna de las dos nos gustara mucho esa opción".

También ha verbalizado su relación siendo ya las dos adultas. La presentadora ha puesto en valor la "paciencia inagotable" de su madre, que siempre le ha dado consuelo "en cualquier circunstancia de la vida". Goyi es quien sigue “regañando” a Sara y preguntándole a qué hora vuelve. También, ha confesado, quien le carga las pilas y le pinta las alas. "Me ha dado no sólo la vida sino la lección más grande sobre cómo vivirla", ha asegurado, felicitándola por su aniversario, entre aplausos de sus seguidores.