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Están a punto de cumplirse cuatro años desde que Laura Escanes se estrenó como influencer. Después de unos meses creciendo en Instagram, la joven publicó un vídeo en su canal de Youtube presentándose a sus fans y contestando a todas sus preguntas tras recibir muchas críticas por su relación con Risto Mejide. Ahora, en todo este tiempo, todo ha cambiado para ella. Ya son casi un millón y medio de personas los que la siguen en sus redes. Y parece que hay una personita que pretende seguir sus pasos en este mundo.
Hablamos de Roma, su primera hija en común con el presentador. El dos de octubre llegó al mundo para convertirse en una celebrity redera. Aunque sus padres siempre han tratado de respetar la privacidad de la menor no enseñando su rostro en público, el interés de sus fans por cada foto que comparten con la pequeña es total.
El último episodio protagonizado por esta 'it baby' ha llegado a modo story. En él vemos cómo Risto reacciona a un estilismo de su hija al que no le falta detalle. Jeans customizados, zapatillas a juego con los calcetines, bajos remangados... "Ya tenemos otra influencer en la familia", ha comentado el publicista echándole humor al asunto.
La semana pasada, Mejide cumplió 45. Una cifra redonda que el comunicador quiso festejar como tocaba. En esta ocasión, soplar las velas era distinto a ocasiones anteriores: ahora son uno más en la familia, algo que provocó que la celebración se multiplicase por dos. La protagonista del evento, en el que estuvieron acompañados por familia y amigos de la pareja, fue la pequeña Roma, a la que hicieron un guiño en la tarta. Su forma de Coliseo, al que colocaron un cubo de rubik en el centro, hacía referencia a su nombre.
Más allá de su trabajo en redes, donde Laura se mantuvo activa después de dar a luz, todo el mundo esperaba su reaparición ante los medios. El evento que escogió para volver a posar en un photocall fue la gala People in Red, un evento benéfico en favor de la lucha contra el cáncer. Lo que jamás esperó la escritora de 'Piel de letra' es lo que vendría después: un titular machista provocó su enfado tras ser tachada de "abandonar a su hija". Pero no todo fue negativo.
Este 'comeback' nos permitió conocer de su boca el 'problemilla' al que se tiene que enfrentar cuando tiene una cámara delante. "En cualquier photocall me veo horrible porque me pongo supernerviosa. No me gusta, lo paso fatal. Y cuando sonrío, sonrío supertensa y sé que estoy apretando los labios. Y en vez de sonreír normal o sonreír con dientes, o posar supersexy (o cuando yo me creo sexy), poso tal que así", confesó riéndose de sí misma.