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Tres semanas han pasado ya desde que el coronavirus acabó con la vida del Marqués de Griñón. Carlos Falcó fallecía a los 73 años en la madrileña Fundación Jiménez Díaz tras días ingresado por esta enfermedad. Su muerte dejaba en shock a sus cinco hijos y a su viuda Esther Doña, que ha decidido romper su silencio en una entrevista para la revista ¡Hola!
En ella, la que fue la última esposa del aristócrata ha desvelado cómo se encuentra tras esta pérdida. “El duelo está siendo especialmente duro”, ha confesado en las que son sus primeras declaraciones tras lo sucedido. Tal y como ha explicado para el citado medio, la última vez que vio a su marido parecía tener buena salud. Tras abandonar la finca en la que residían “no he vuelto a verlo más”.
Desde que comenzó una relación con Carlos Falcó en 2015, el nombre de Esther Doña siempre ha sido puesto en entredicho por parte de los cinco hijos del marqués. Duarte, Manolo, Xandra, Aldara y Tamara Falcó no siempre han hablado bien públicamente de la mujer de su padre, con la que se casó en una ceremonia civil en 2017.
Sin embargo, parece que su repentina muerte ha unido a la familia. “Los hijos de Carlos han estado muy cariñosos, se han preocupado por mí”, ha contado en la revista. Esto confirma que, por el momento, no ha habido desavenencias dentro del clan. Algo que se puso en duda después de que Esther Doña no estuviese presente en el frío último adiós que los hijos mayores de Falcó dieron a su padre en el tanatorio sur de la capital.
Tal y como informó en su momento la revista Lecturas, el día en el que tuvo lugar este responso (que duró cinco minutos y en el que no hubo muestras de afecto por cuestiones de seguridad) la viuda se encontraba en la finca que ambos compartían en Aldea del Fresno, en cuarentena tras dar positivo en coronavirus.
Tamara, cabeza visible del clan tras el fallecimiento del aristócrata, hizo de portavoz de la familia tras darle su último adiós. Lo hizo en Instagram, donde compartió un comunicado firmado por ella y sus cuatro hermanos agradeciendo los mensajes de apoyo y alabando el legado que dejó su padre.
En este post definían al marqués como un hombre “idealista, bueno y generoso con sus hijos y amigos”. Una persona “excepcional, que amó a su país y trabajó por él sin descanso”. Tras unos días en silencio, esta semana la hija de Isabel Preysler compartía que había vuelto a sonreír junto a una foto de su sobrino Miguel, hijo de Ana Boyer y de Fernando Verdasco.