Llegó de casualidad a la televisión y lleva más de 30 años en ella convertido en uno de los vips de nuestro país más demandados de la pequeña pantalla. Su sueño nunca fue este, ya que aspiraba a ser conductor de autobuses de la EMT como su padre. Pero su talento innato le acabaría otorgando el título de uno de los mejores humoristas de nuestro país. Con la ‘careta’ de cómico siempre por delante, ‘Flo’ -como le conoce la audiencia-, siempre ha mantenido su vida privada al margen de su carrera profesional, construyendo una familia tan unida como blindada que le apoya en cada uno de los proyectos a los que hace frente. En este vídeo puedes descubrir cómo es la vida privada del cómico, esa que está formada por su mujer y su hijo adolescente, las dos personas que están con él en la sombra.
Siempre hermético con cualquier tema relacionados con ellos, alejándoles de la vorágine de su popularidad. Se pueden contar con las manos las veces que ha hablado de ellos delante de un micrófono o alguna entrevista con la prensa. Hablamos de sus mayores admiradores: su mujer, Lidia de Fernández, y su hijo, Juan, de 17 años. Lo que acontece en sus vidas rara vez trasciende en noticia y es otro de los logros de su carrera. Concretamente, lo último que llegó a nuestros oídos fue la boda secreta que llevaron a cabo en París –como guiño a la familia de la novia-, donde sellaron una historia de amor que comenzó en los inicios de Fernández en la televisión, cuando triunfaba en ‘El informal’. Un programa en el que trabaja también ella a mandos de la producción. Su primogénito no faltó en este día tan especial para el matrimonio y fue el encargado de llevar las arras en una ceremonia que fue “corta, pero bonita” –en palabras del actor-.
Quizá el hecho de que la popularidad le viniera de manera inesperada hizo que el humorista continuara con naturalidad la vida que tenía antes de que comenzara a contar chistes bajo los focos. “Llevo una vida muy normal, voy al mercado, voy al supermercado, voy a hacer compras, voy a llevar a mi hijo al cole…”, dejaba claro que la fama no le había transformado en una entrevista para ‘El país’, donde señalaba que los cómicos salen perdiendo en la vida real, ya que mantienen otra cara “mucho más histriónica”. “A mí me pasa un poco eso, de hecho, mi hijo me ha dicho que no sabe cómo soy cómico con lo serio que soy”, garantizaba a esta publicación, donde admitía estar “feliz” a pesar de estar viviendo en estas condiciones que nos mantienen alejados de algunos seres queridos.
El año pasado, Florentino cumplía un aniversario muy redondo junto a su mujer y sorprendía a todos sus seguidores con una dedicatoria de lo más romántica, donde abría su corazón adjuntando una imagen de sus manos agarradas. “Son 20 años ya, amor mío. 20 años, 20 días, 20 horas, 20 segundos… No es nada, mi niña preciosa. Te amo”, escribía enamorado. Un acto inusual por su parte y que dejaba ver la parte oculta y más preciada de la vida del presentador.