Sara Carbonero e Iker Casillas podrían volver a Madrid tras su postulación a RFEF: recordamos cómo era su vida aquí

Hace cinco años, Sara Carbonero e Iker CasillasSara CarboneroIker Casillas abandonaban Madrid tras el fichaje del futbolista en el equipo del Oporto. Durante este tiempo, la pareja ha transmitido sentirse muy integrada en una ciudad en la que han construido un hogar frente al mar y han visto crecer a sus hijos.

El portero ha anunciado que se presentará a la candidatura de las elecciones de la Real Federación Española de Fútbol, una decisión que, en caso de ser el elegido, podría cambiar los planes de futuro de la familia y ser el motivo por el que se trasladasen de nuevo a la capital. Recordamos cómo fue la vida de la pareja durante su estancia en Madrid.

“Sí, me presentaré a la Presidencia de la RFEF cuando se convoquen las elecciones. Junto vamos a poner nuestra Federación a la altura del mejor fútbol del mundo: el de España”, escribía el futbolista en su cuenta de Instagram. Esta noticia ha sido muy bien recibida por parte de sus seguidores, que no han dudado en mostrarle su apoyo con mensajes de ánimo. “Bravo, Iker. Hace falta gente como tú en el fútbol”, escribía Carme Chaparro. “¡Dale, Mr. President!”, comentaba Paula Echevarría, amiga de Sara Carbonero e Iker con quien han compartido un bonito fin de semana en Oporto.

“He informado de esta decisión al presidente de mi Club, el FC Porto, al que solo puedo expresar mi más profundo agradecimiento. Estamos trabajando con el máximo respeto y decisión en nuestra candidatura. Más de 23.000 electores nos esperan en unas elecciones justas y transparentes. 139 asambleas decidirán”, explicaba Iker. El madrileño ha querido agradecer también las muestras de cariño que ha recibido en estos últimos días: “Vuestro apoyo y vuestra fuerza me animan. ¡A por ello!”.

Si finalmente Iker Casillas es el elegido, la familia al completo podría volver a Madrid, la ciudad en la que vivieron antes de su traslado a Portugal. La pareja mantiene varias propiedades en la capital y, una de ellas, el hogar en el que vivían, está situada en la urbanización de La Finca, en Pozuelo de Alarcón. Durante estos cinco años fuera de España, Iker Casillas y Sara Carbonero han ido construyendo su casa en Oporto con mucha luz, decorado en colores claros y con unos ventanales que les acercaban aún más al mar. ¡Dale al play para verla, foto a foto!

Aunque durante estos años siempre han mantenido un vínculo fuerte con España y han sido muchas las escapadas que han realizado, si esta decisión llega a consolidarse, la pareja estará más cerca aún de sus pueblos. Sara es de Corral de Almanguer, el lugar que se ha convertido en muchas ocasiones en su refugio. Estas últimas navidades, la pareja abandonaba Oporto para visitar este pueblo toledano y celebrar esas fechas señalas con la familia de la periodista.

Además, la familia también estará más cerca de Navalacruz, el pueblo donde el futbolista creció y a día de hoy sigue realizando muchas escapadas. “Un lugar donde fui, soy y seré feliz”, escribía el pasado verano en sus redes sociales.

De mudarse a Madrid, Sara Carbonero e Iker Casillas estarán también más cerca de sus amigos más íntimos. Desde que se trasladaron a Oporto, los viajes de personas más cercanas han sido constantes. La pareja se ha trasladado a Madrid y sus amigos también han realizado muchos viajes a su hogar cerca del mar para visitarles.

Isabel Jiménez y su pareja son unas de las personas que mantiene un fuerte vínculo con ellos. Además, las “comadres” no solo mantiene una relación de amistad, también laboral porque comparten su pasión por la moda con su firma de ropa Slow Love. Sus “findes de comadreo” ya no tendrían que tener aviones de por medio y ambas podrán disfrutar más de su compañía en el día a día.

Este último año ha sido muy complicado para la pareja. Iker sufría un infarto agudo y, semanas más tarde, Sara era operada de un tumor. Isabel Jiménez ha sido uno de los apoyos de la pareja y, hace tan solo unos días, con motivo de su cumpleaños, la periodista compartía un recuerdo de su estancia en el hospital para demostrar que su amistad "es indestructible, a prueba de golpes, cicatrices y cremas de verduras sin sal".

Iker Casillas, además de reencontrarse con compañeros de profesión de los que se alejó cuando abandonó la ciudad, también pasaría a estar más cerca de su familia, que vive en Móstoles.