Cynthia, la única hija en común de Jean Marie Rossi y Carmen Martínez-Bordiú

Jean Marie Rossi, exmarido de Carmen Martínez-Bordiú, ha fallecido a los 91 años de edad. Su familia, a través del diario 'Le Figaro', ha explicado que lo ha hecho "en paz, de forma tranquila y sin haber perdido sus facultades mentales". Actualmente vivía con su cuarta mujer, Marie Grimaux, y tenía dos hijas, Marella y Cynthia, esta última fruto de su matrimonio con la nieta de Franco.

Carmen Martínez-Bordiú se casó con Alfonso de Borbón, con quién formó una familia con el nacimiento de sus dos hijos, Francisco y Luis Alfonso. En 1982 rompieron su matrimonio y dos años más tarde sufrieron la impactante pérdida de Fran, el pequeño de sus dos hijos, que murió en un accidente de tráfico con tan solo 11 años.

En el año 84 se casó con Jean Marie Rossi, que saltó a la fama en España por el escándalo que suponía en aquella época que fuese 22 años más mayor que ella. Rossi también sufrió la trágica muerte de su hija Mathilda, algo que vivieron juntos y que les mantuvo más unidos. Él ya era conocido en París por ser un prestigioso y respetado anticuario, pero en la prensa rosa se le conoció por su matrimonio y el nacimiento de su única hija en común con Carmen, que supuso una alegría para los dos tras perder a los dos menores.

Un año después de su boda nació Cynthia y, a pesar de que su divorcio llegó cuando la menor tenía tan solo nueve años, ambos mantuvieron siempre una buena relación. Prueba de ello es que Cynthia se quedó a vivir en París con su padre, pero Carmen Martínez-Bordiú viajaba a menudo para verla y se ocupó siempre de su educación. En una entrevista con Bertín Osborne en 'Mi casa es la tuya', la nieta de Franco reveló que él fue su gran amor y que junto a él descubrió mundo.

En el año 2015, en una entrevista para Vanity Fair, la nieta de Franco aseguraba que el nacimiento de Cynthia había supuesto "vida" y que se había convertido en su "sostén" tras la trágica muete de su hijo Fran y de Mathilda, la hija de Jean Marie Rossi. Desde pequeña siempre quisieron mantenerla alejada del foco mediático y vivió tranquila y feliz en París. Estudió Derecho y Criminología, pero finalmente apostó por dedicarse a lo que realmente le apasiona: el arte, algo que aprendió desde pequeña de la mano de su padre.

En diciembre de 2015 se casó con Benjamin Rouget en París bajo la mirada de sus dos padres (aquella fue la última vez que se les pudo ver juntos). Un año más tarde nació su primer hijo, Joseph, un sueño hecho realidad para unos jóvenes que querían ser padres pronto.