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Cuenta atrás para que Malú dé a luz a su primer hijo. La cantante, que esta primavera se convertirá en madre junto a Albert Rivera, ya está preparándose para la llegada del pequeño, del que aún no se ha filtrado ni el sexo ni el nombre que escogerán. Y aunque el silencio reina en las redes de ambos estos últimos días, la pareja ha comenzado a mover hilos para preparar la casa familiar en la que criarán al futuro bebé.
Durante las primeras fases del estado de alarma, tanto la cantante como el expolítico (que ha tenido que aplazar la publicación de su libro) cumplieron con lo que pedía el gobierno. Así lo confirmó la sobrina de Paco de Lucía en un revelador directo de Instagram en el que compartió con su legión de fans cómo se encuentra en esta recta final y en qué le ha afectado el confinamiento durante esta etapa premamá.
El 14 de abril, a pesar de que se seguía sin poder salir de casa para la mayoría de la población, se levantó el decreto de hibernación y los servicios no esenciales pudieron volver al trabajo. Esta nueva medida parece que animó a Malú y a Rivera a retomar las obras que estaban haciendo en su domicilio, un chalet que se encuentra ubicado a las afueras de Madrid y en el que se instalaron cuando iniciaron una relación sentimental hace más de un año.
El gobierno permitía la puesta en marcha de toda clase de obra siempre y cuando “en el inmueble en el que deban ejecutarse no se hallen personas no relacionadas con la obra” y que su presencia no interfiera “con el movimiento de trabajadores o traslado de materiales”. Esta normativa, publicada por decreto, la habrá tenido que aplicar la pareja, en cuyo domicilio se ha captado la entrada y salida de obreros por parte de las cámaras de Europa Press.
Incluso antes de que anunciara su embarazo, la estrategia de Malú y de Albert Rivera siempre ha sido la misma: ni afirmar ni desmentir. Se ha hablado mucho de estos nueve meses que ambos han intentado llevar en la más estricta intimidad. Pero hubo un dato que provocó que la artista dijese ‘basta’. Una revista aseguraba su intención de dar a luz en casa para protegerse de un posible contagio por coronavirus durante su estancia en el hospital. Y ella reaccionó.
“Llevo más de un año escuchando y leyendo mentiras sobre mi vida, a las que desgraciadamente ya me he acostumbrado”, apuntó en redes sociales. “Nunca me he pronunciado, pero en estos momentos tan delicados suenan especialmente frívolas, porque somos muchas las mujeres embarazadas y preocupadas por esta situación tan complicada”.