Estudió sociología, pero actualmente se dedica a las redes sociales y a las empresas que ella misma ha fundado. Con más de 300 mil seguidores en Instagram, Marta Pombo lucha cada día contra sus haters y, a la vez, disfruta de todo lo bueno que le aporta este mundo. La hermana de María Pombo, en una entrevista en el programa ‘El lado bueno de las cosas’ se ha sincerado y ha hablado de cómo le ha cambiado la vida la enfermedad de su madre, un tema muy personal del que intentar sacar el lado positivo.
Su padre era publicista y acababa de ganar un premio por una campaña que había hecho sobre la esclerosis múltiple. Días después de esto, la madre de Marta Pombo recibía los resultados que confirmaban que padecía esta enfermedad: “Se había hecho pruebas porque no se encontraba muy bien. Nosotras éramos tan pequeñas que no éramos conscientes de lo que era la enfermedad ni de lo que suponía para mi madre”, confiesa. La madre de las tres hermanas lleva conviviendo con esto desde hace muchos años: "La tiene desde hace unos 20 años, ya habíamos nacido las tres", cuenta en la entrevista.
A pesar de esta mala noticia con la que conviven desde que era pequeñas, Marta Pombo siempre intenta sacar el lado positivo de cada una de las cosas que le ocurren: “La tía es pura fuerza, nunca se queja, siempre tira para delante, nunca pide ayuda. Ella es fuerza y entereza”, se sincera. La esclerosis múltiple es una enfermedad crónica con la que la madre de las Pombo convive desde hace años: “Si tuviese que sacar algo bueno es la fuerza que ella nos ha enseñado”.
Comenzó en el mundo de las redes sociales por su hermana María, que alcanza más de un millón de seguidores en Instagram. Marta considera que ser influencer es “alguien que, con mucha responsabilidad, puede influir a la gente”. A pesar de todo lo bueno que le aporta esta profesión, también hay cosas no tan buenas con las que tiene que lidiar en su día a día: “Hay días que son muy duros y tienes que poner la mejor cara. Te llegan mil seguidores y se te echan encima. Son momentos muy injustos porque creen que por ser personaje público tienes que aceptarlo”, confiesa. Una de las cosas a las que se enfrenta, como ella misma cuenta, es a los insultos: “Me llaman gorda, fea y bizca”, ha confesado.