Sopa y Oliva, el punto de unión entre Aitana y Miguel Bernardeau tras su separación

En julio de 2020, Aitana Ocaña contó a través de sus redes sociales que había adoptado a una perrita a la que había llamado Sopa. "Ella es Sopa (o Sopita), tiene aproximadamente dos meses, se duerme donde pilla y, sobre todo, donde tendría que hacer pis (el empapador) aunque ella se cree que es su cama. Gracias Huellas Accitanas por todo lo que hacéis por ellxs y por haberme dejado adoptar a Sopita", escribía la cantante en su cuenta de Instagram para contarle a sus fans la gran noticia.

Unas semanas después, en una entrevista con los medios, la cantante explicó que su perra Sopa tenía un duro pasado. A pesar de tener tan solo unos meses de edad, vivía abandonada por las calles de Guadix, en Granada, y le tiraban cubos de agua para que no se acercase a las casas de la gente (por eso el nombre de Sopa). La asociación la encontró, la acogió y le buscó una casa de adopción, que fue cuando entró en juego Aitana. "Le puse Sopa a mi perro porque quería un nombre original y que pudiera tener nombres alternativos como sopita o sopera", contó unos meses más tarde.

¿Cómo se enteró Miguel Bernardeau de la adopción de Aitana?

Ante los medios, la artista explicó que había adoptado a Sopa por sorpresa y que no avisó a Miguel Bernardeau, el actor que en aquel momento era su pareja. "Cuando se lo dije a él me dijo ¿Cómo? ¿Qué está pasando? Y yo ya había elegido el nombre y todo. Ahora son uña y carne, se quieren más entre ellos que a mí, me han dejado de lado, literalmente", contaba sobre la relación de su perra con el intérprete.

Sin embargo, el propio Miguel desveló en una entrevista que Sopa también formaba parte de él y que no era únicamente de Aitana. El actor explicó que cada vez que sus fans le veían paseando a la perra la señalaban como "la perra de Aitana" y también era suya. Tanto es así que cuando, por motivos de agenda, Aitana y Miguel se encontraban fuera de casa, era Ana Duato, madre del actor, la que se encargaba de su cuidado y sus salidas.

Oliva, la segunda perra que adoptó la pareja durante su relación

A mediados de 2021, Aitana adoptó a Oliva, una nueva perrita que se convertía en la "compañera" inseparable de Sopa. Tenía tan solo un mes y medio cuando llegó a casa de la pareja y desde entonces la hemos visto crecer junto a la artista.

Sin embargo, en diciembre de 2022 saltaba la noticia de la ruptura entre Aitana y Miguel, y muchos de sus fans se preguntaron qué pasaría entonces con las dos mascotas que convivían con ellos. Desconocemos cuál es el acuerdo al que ha llegado la pareja, lo que sí sabemos es que Aitana continúa compartiendo en sus redes imágenes y vídeos con sus dos perras mientras que Miguel ha preferido dar un paso atrás en la medida de lo posible ante el revuelo mediático y no ha vuelto a posar con sus mascotas.