Rafa Méndez supo desde muy pequeño supo que su verdadera pasión era el baile y quería dedicarse a ello. Sus padres le apoyaron en todo momento y “con los cuatro duritos que tenían” le apuntaron a una escuela en Tenerife. Salió de la isla para buscarse un futuro y, según él mismo asegura, tuvo “una gran suerte”. Vino con trabajo a la capital, pero al pasar un año se cansó y decidió ir más allá. Con esa “suerte”, como él la llama, o más bien el talento, consiguió trabajar en el programa de Raffaella Carrá, lo que le abrió las puertas a más proyectos y terminó siendo el primer bailarín de algunos programas de televisión en Italia.
Más tarde volvió a España y participó en ‘Fama, a bailar’, un programa con el alcanzó el éxito y pasó a convertirse en una persona conocida allá donde iba. “Pasas de que no te conozca nadie a que te conozca todo Dios. Pero todo Dios. Irme a Gran Vía era imposible. Pero yo lo viví con mucha tranquilidad. A mí la fama me divierte mucho”, aseguraba en una entrevista para ‘LOC’.
A pesar de que no lo tuvo fácil, fue un niño feliz. Rafa Méndez perdió a su padre cuando tenía tan solo 23 años. “Mi papá, que ya no está, era un tío muy guay, pero tenía problemas con el alcohol”, confesó en una entrevista para Diez Minutos. Lidiar con esta situación fue "heavy” para él, pero se impulsó en los bueno momentos que pasaba a su lado.
Años después vivió otra importante pérdida familiar, la de su hermana Mabel que murió a causa de un tumor cerebral con tan solo 40 años. De ella se ha acordado en una de sus últimas apariciones públicas en ‘The Dancer’, el programa en el que actualmente es jurado. “Mi hermana tuvo un tumor y ya no está aquí. Yo la siento conmigo, pero ella no tuvo la misma suerte”, le decía a uno de los concursantes que había superado un cáncer.
“Yo creo que en el amor de pareja, pero un ratito”. Así de tajante es el bailarín cuando le preguntan por su vida sentimental. Según él mismo cuenta, “está demostrado científicamente” que el amor y el deseo carnal solo dura dos o tres años. Este es el motivo por el que, aunque quiere estar en pareja, le cuesta mucho mantener una relación estable. “Hay tanta deslealtad, tanta gente mentirosa y con unas trabaderas en la cabeza…Que yo tengo lo mío, eh, pero me encantaría estar con alguien excepcional”, decía en una entrevista para LOC.
Rafa Méndez también tiene claro que no quiere ser padre, pero ese sentimiento ya lo ha experimentado con su sobrino Jaisiel, hijo de su hermana Mabel, al que ha cuidado como un hijo a raíz de la muerte de su madre. “Lo crié porque mi hermana ya no está aquí. Yo estoy muy conectado con mi sobrino. Ahora él tiene su vida, pero siempre estamos conectado”, asegura. Y es con él con quién, de alguna manera, “supe cumplir y sentir qué es ser papá”. Actualmente, Rafa Ménez vive a caballo entre Madrid y Tenerife, para compaginar así su vida profesional con su vida familiar.