Ava Philippe y Reese Witherspoon o cinco ejemplos de cómo una relación madre-hija puede ser perfecta

  • Tutoriales de maquillaje, admiración, una abuela muy top... Los secretos de Ava y Reese para ser mejores amigas (además de madre e hija)

Hace unos meses, el mundo descubría a Ava Philippe, la hija mayor de Reese Witherspoon. La primera reacción era de esperar. "Son clones", pensaron muchos. Pero más allá del debate generado por su parecido físico, había algo detrás que era necesario analizar. La actriz y su hija son la muestra perfecta de que la relación entre una joven de 19 años y su madre puede ser estupenda. ¿Que no? Ahí van cinco pruebas de este buenrollismo maternofilial.

"¿Cómo he sido tan afortunada de tener una hija como tú?"

Partamos del final. De un homenaje a Reese Witherspoon por parte de Ava en el que confesaba todo lo que le había enseñado como madre (y como amiga). Todo, acompañado por este fotón:

"Esta es la increíble mujer que me enseñó el poder de la bondad, el amor, la ambición y el trabajo duro. Me inspira a diario para vivir con gratitud por la vida que me han dado y al mismo tiempo para ser compasiva con los demás. Hoy he pensado en ella un poco más de lo habitual, eso es todo", escribía en su Instagram. Un acto de amor cuya respuesta fue breve pero intensa: "¿Cómo he sido tan afortunada de tener una hija como tú?"

Ser madre joven también cuenta

Cuando Reese Witherspoon se convirtió en madre por primera vez, la actriz tenía 23 años. Justo un año antes de petarlo con 'Una rubia muy legal' y de verse obligada a mezclar su profesión con una más en casa. Desde entonces, el hashtag #proudmum se convirtió en un 'must' en su vida.

Y cuando tienes como ejemplo a la abuela Witherspoon, más

Cuando pensábamos que el parecido extremo entre Ava y Reese no lo superaba nadie, llega la abuela Betty y nos sorprende. La matriarca Witherspoon se animó a hacer este posado generacional por la insistencia de su hija, que quiso hacerle un homenaje para demostrar de dónde venía tanto instinto maternal. Y su historia no es tan idílica como muchos podían pensar.

Betty era enfermera en un hospital de Nashville. Concretamente, era especialista en pediatría. Y durante su infancia, Reese Witherspoon vio cómo su madre cuidaba de unos veinte niños a la vez, todos berreando, sin perder la sonrisa. Buscando un hueco para soltar una broma y dar buen rollo a aquella planta abarrotada de recién nacidos en la que la actriz se crió.

Quizá, ver tanto crío de pequeña fue lo que provocó que la maternidad fuese uno de los sueños por cumplir de una jovencísima Reese. "Ser madre es una de mis mayores alegrías. He aprendido mucho: paciencia, amabilidad, humildad, creatividad y, cómo no, a contar buenos chistes. A los tres, solo deciros que os quiero más de lo que jamás podáis imaginar". ¿Se puede ser más perfecta?

'Buscarte las castañas', un valor que Reese siempre ha querido reivindicar en casa

Pero Reese no es la única que se derrite con su pequeña. Sucede lo mismo en el caso opuesto. Ava, que siempre ha estado junto a la actriz en cada proyecto en el que ha participado, ha vivido muy de cerca lo duro que fue levantar 'Big Little Lies'. Una serie que, junto a Nicole Kidman, decidieron llevar a cabo para poder interpretar a mujeres con tanto que contar sin necesidad de que tuviese que sonar el teléfono con una oferta de trabajo.

"Estoy muy orgullosa de lo duro que ha trabajado mi madre para contar las historias de mujeres tan talentosas y fuertes como ella. Y no puedo estar más feliz de que se le haya reconocido por ello", compartía con el mundo cuando ganaron el Emmy a Mejor miniserie hace ya un par de años.

Tener una hija 'teen' tiene muchas ventajas, sobre todo cuando hablamos de tendencias

Sí, desde que empezó en la industria, Reese ha contado con los mejores especialistas para ir perfectamente maquillada a cualquier photocall. Pero ahora ha aprendido que nadie supera a su hija Ava. La joven, a base de tutoriales de Youtube, ha pasado a ser la única persona de confianza para retocar a su madre a diario. “Cuando tengo alguna cena, le digo: ‘Ava, ¿puedes retocarme la sombra de ojos?’ Es de locos. Me ha enseñado a ponerme el highliter. Ya es parte de mi rutina”.

Pero la cosa no queda aquí: ¡hasta comparten ropa! Esta foto es el ejemplo perfecto de cómo llevar un perfecto 'total black', versionando cada look a una 'teen' y una 'upper' molona.