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Roberto Leal y su mujer, Sara Rubio, están adaptándose a ser uno más en casa. Tras unos días en el hospital HM Montepríncipe, donde la periodista dio a luz, la pareja ha vuelto a su hogar con un nuevo hermano pequeño para su hija Lola, que tiene cuatro años. Aunque la noticia se filtró y los primeros días quisieron vivirlos alejados del revuelo mediático, una vez llegaron a casa, el presentador nos hizo partícipes de uno de los primeros encuentros de sus dos hijos. “Bienvenido, Leo, escribía en el post donde nos presentó a su segundo hijo.
Ahora, adaptándose a esta nueva vida con uno más en la familia, Roberto Leal nos ha hecho partícipes de otro de los primeros momentos de su hijo. Y, por lo que parece, el pequeño no está dejándoles dormir mucho. Con cara divertida y su hijo apoyado en su pecho, el presentador ha desvelado que “duerme de día y verbena de noche”. Y es que la llegada de su segundo bebé les está haciendo vivir una nueva experiencia, también a la pequeña Lola, que ahora tiene que aprender a cuidar de su hermano pequeño. “Lola y Leo ya están juntos y su padre y yo solo podemos morir de amor”, aseguraba la periodista días después de dar a luz.
Fue el pasado mes de octubre cuando el presentador contó públicamente que su mujer estaba embarazada. A pesar de la buena noticia que eso suponía, vivirlo en plena pandemia complicó algo las cosas, más aún cuando Roberto Leal dio positivo en el virus. “Mi preocupación era esa porque hay mucho desconocimiento por el tema”, contó en aquel momento. Su convivencia bajo el mismo techo provocó gran preocupación hacia su mujer, que se convertía en persona de riesgo al estar esperando un bebé. En este vídeo puedes recordar algunas declaraciones del presentador meses antes de que Sara Rubio diese a luz:
El presentador no ha tenido problema en contarlo en alguna ocasión. Ambos coincidieron en el mundo profesional, cuando ella trabajaba haciendo prácticas en Equipo de Investigación y él sustituía a Susanna Griso en Espejo Público. “Entré en el comedor y la vi en un buffet de ensaladas, entre huevo duros, zanahoria rallada y remolacha. Me senté a su lado y tiré de acentito, luego nos tomamos un café y tardamos poco tiempo, solo me costó 5 o 6 meses”.