Hace dos veranos, con mucha ilusión, verbalizó por primera vez que se encontraba inmersa en un proceso de adopción del que sería su tercer hijo con Ezequiel Garay. Lo contó en 'Un like para...', programa que Tamara Gorro presentaba en mtmad. Su primer invitado no fue otro que Albert Rivera, que por entonces estaba en plena carrera por la Moncloa. Y después de debatir con el exlíder de Ciudadanos sobre los diferentes modelos de familia que su partido quería legalizar en España, la influencer decidió sacar el tema para denunciar lo complicado que es adoptar en un país como el nuestro.
La frustración que le generaba no poder ser madre cuando conoció a su actual marido le hizo tener a Shaila, su primera hija, por gestación subrogada. Su vinculación con esta práctica de la que ya es abanderada la ha involucrado en más de una polémica. En 2015, cuando se estrenó en la maternidad, Cristiano Ronaldo era uno de los pocos vips que había recurrido a este método para tener hijos. Por eso se vio en la obligación de defenderlo, por mucho que se ganase detractores. "Pensaba en lo que podría acarrear Shaila por esas mentes cerradas, esos tabúes, ese tema del que no se podía hablar", nos contó hace unas semanas.
Dos años más tarde, cuando ya daba por perdida la opción de quedarse embarazada y tras muchos intentos fallidos, llegaba a sus vidas Antonio, un "regalo" que, para Tamara Gorro, le había hecho un íntimo amigo al que acababa de perder y a cuyo hijo puso su nombre. Lo que pocos sabíamos es que, después de estas dos experiencias tan diferentes, Tamara Gorro y Ezequiel Garay tendrían en mente formar una familia numerosa. "En África, China, en Argentina. Me da igual", contaba ilusionada hace un par de años al hablar de la adopción del tercero. Sin embargo, algo ajeno a ellos provocó que sueño se viese truncado.
"Por ahora se ha paralizado el proceso de adopción". Así de tajante estuvo con nosotros en unas declaraciones que puedes ver dándole al play. En el vídeo, la presentadora explica qué les motivo tanto a ella como a su marido a dar un paso atrás a pesar de que "el proceso estaba muy avanzado". De esto ya ha pasado más de un año, pero fue tan desagradable la situación que decidieron no hablar abiertamente de ella.
A una semana de ir a conocer al niño que sería su próximo hijo ("A nosotros nos daba igual si niño o niña, es lo que nos dijeron"), se les solicitó un dinero que, "como no se nos justificaba, decidimos no acceder a pagar". Tamara siempre ha insistido en esto: cuando algo no le da confianza, prefiere no participar. Lo hace constantemente con las marcas con las que colabora. Y en algo tan importante como una adopción, no quería estar "colaborando en un dinero que no...".