Lucía Rivera denuncia públicamente que le han perdido una maleta: "Es lo peor que me ha pasado en todo el año"

Ha llegado el verano y nuestros vips están en constante movimiento. Aunque este año los destinos elegidos pertenecen a España, por la pandemia e incertidumbre que ha provocado el coronavirus, eso no ha impedido que podamos ser partícipes de muchos de sus viajes. Lucía Rivera, la hija de Blanca Romero y Cayetano Rivera, ha denunciado a través de sus redes sociales el imprevisto que ha vivido tras coger un vuelo en el aeropuerto de Barajas, en Madrid.

Al llegar a su destino final, la modelo denunciaba públicamente que le habían perdido la maleta. “Supuestamente se la ha tragado la tierra con muchísima ropa dentro y ahora no existe, ha desaparecido”, contaba tras horas intentando encontrar sus pertenencias. “Me dicen que no la han facturado y yo la vi entrando por la cinta. Tengo toda mi ropa ahí, es la maleta de Louis Vuitton. Estoy muy dolida, creo que es lo peor que me ha podido pasar en todo el verano y en todo el año”, aseguraba a sus seguidores.

Tras dar algunos detalles más sobre cómo había facturado su maleta antes de comenzar el viaje, la exnovia de Marc Márquez contaba que dentro tenía “la mayoría de su trabajo”. “Me estoy riendo pero he estado llorando toda la mañana”, aseguraba la modelo antes de pedir ayuda a través de sus redes sociales para poder encontrar sus pertenencias.

“Ya decía yo que estaba yendo demasiado bien. El año pasado me robaron el móvil, este año la maleta con toda mi vida ahí. He estado desde las siete de la mañana moviendo hilos, por ahora imposible”, ha terminado de explicar la hija de Blanca Romero. Tal y como ella misma recordaba, en abril del año pasado sufrió un angustioso robo en las calles de Barcelona.

La modelo, que no conocía del todo la ciudad, había quedado para cenar con unos amigos y, mientras buscaba un cajero, se vio sorprendida por un hombre que le quitó el móvil de las manos. “El tío echó a correr y yo me quedé en shock”, aseguraba Lucía horas después, cuando se atrevió a denunciar “la desgracia” públicamente. “Corrí tras él 100 metros y la vedad es que le podía haber alcanzado, pero me dio un poco de miedo y pensé mejor que se vaya”, relató la joven hace unos meses.