Jonathan, a Eliza: "Te esperaré lo que haga falta"

Después de un divertido día en familia, Eliza y Jonathan pasan la noche juntos durmiendo en casa de la madre del joven. Para nadie ha pasado desapercibido el feeling que hay entre ellos y la tensión es más que evidente. Hacen buena pareja y la madre de Jonathan quiere saber más sobre esa relación que ambos niegan. Es ahí, donde sorprende a su madre. "Es mi novia, pero ella todavía no lo sabe", dice el joven que acaba confesando que está enamorado. A la mañana siguiente y ante la insistencia de todos con su romance, Eliza vuelve a explicar que no se siente preparada. Es entonces cuando Jonathan hace una inesperada declaración. "Te esperaré lo que haga falta".

Jonathan le aporta la tranquilidad y la seguridad que tanto necesita así que Eliza sigue disfrutando de un divertido día en familia. Todos siguen pensando que es la novia del joven pero la situación ha dejado de incomodarla. Eliza está feliz. Por otro lado, Jonathan tiene que ponerse en contacto con Fabinho para que le ayude a encontrar un abogado para denunciar a su padrastro y reclamar la pensión de sus hermanos.

Los dos amigos están cada vez más unidos. Él se empeña en hacerla feliz enseñándola su mundo y las pequeñas cosas que le hacen sentirse bien. Jugar en un parque, tomar algo en un puesto callejero o montar en bicicleta. Gracias a él, Eliza consigue olvidar su pasado.

Mientras, en la fiesta no paran de ocurrir cosas. Rafael le rompe el corazón a Lu que se marcha despechada. y Arthur y Carol discuten. El director de Excalibur no soporta verla con otro hombre y se enzarzan en mitad de la fiesta por culpa de los celos. Sin embargo, pese al enfrentamiento, se marchan juntos a casa.

El plan de Carol va mejor de lo esperado y sorprendentemente, empieza a hacer buenas migas con Jojô, la hija rebelde de Arthur. Sin embargo, las cosas cambian abruptamente cuando después de estar juntos, Carolina aprovecha la ausencia de Arthur para hacer el pino (un truco que según su hermana la ayudará a quedarse embarazada) y Jojô la sorprende y le hace una foto. A la mañana siguiente hablan de lo ocurrido y Jojô amenaza a Carol con contarle todo a Arthur.

Desesperada, Carol intenta entenderse con la adolescente. No es fácil. Es lista y no se dejará convencer. "Te tengo en mis manos. ¿Podemos empezar a negociar ya? Ya no tienes máscara. La madrastra convertida en la bruja mala", dice la joven, que propone guardar silencio a cambio de un regalo.

Desafortunadamente, nada convence a la joven para que no hable con su padre. Nada más irse, Jojo habla con su padre y le muestra la foto. "Quiere tener un hijo contigo", le dice. ¿Qué hará ahora Arthur?