Claudia vuelve a recibir otra rosa de Miguel. Está hecha un lio: por un lado perdona la infidelidad de él, pero por otro lado no cree en su arrepeintimiento. Aunque Gustavo le dice que se busque otro consejero, porque él no conoce a Miguel y no sabe nada del amor, a Claudia le gusta que le aconseje sobre si volver con él o no porque es una persona que no está condicionada y que no tiene ningún interés de por medio como todo el entorno de ambos.