Hugo Alcayde Primo, así se llama el perro de Carmen. Tiene los apellidos al revés de los de sus hijos “porque lo adopté de soltera”. Con este DNI ya podemos aventurar una historia de las que nos gustan porque el perro, además, tiene poderes. Un sexto sentido adivinatorio que os va a encantar. De momento os contamos que Hugo tiene diez años, que es valenciano y que es el hermano de madre de uno de su hermana.
Con Carmen, Hugo vive como un rey. (Carmen Alcayde)
A ver, me explico. El perro, que parecía salido de una novela de Charles Dickens, rondó lo que no está escrito de dueño en dueño, y de niño en niño como un juguete más, hasta que llegó Carmen al rescate. “Me dijeron que me lo quedara y no me lo pensé. Siempre he tenido animales en casa y cuando conocí su historia fue el momento de adoptar este yorkshire. Me lo quedé”. Hugo cayó en las mejores manos, las de Carmen Alcayde. “Cuando lo adopté tenía un año, estaba flaco, parecía una rata peluda, no sabía comer, ni pienso ni nada, estaba flaquísimo; así que lo bañé, lo cepillé, fuimos al veterinario, lo vacunamos de todo… y a los meses estaba como lo ves en las fotos”. Ideal. Ahora, aquella mascota que usaban como juguete unos niños, es un yorkshire con mentalidad de pastor alemán, según nos cuenta Carmen. Hugo es “inteligente, obediente, cariñoso, camina sin correa porque no se separa de mi lado. Una gozada de perro”.