Tanto hablar de la moda de los Goya, los maquillajes, moños, el botox y las descargas ilegales y nos hemos olvidado de la única estrella que no acabó a cuatro patas… ¡llegó a cuatro patas! Coco y yo hemos decidido elegir como el más elegante a “Pancho”, el perro de la Lotería. La mascota-actor, que llegó acompañado de la modelo Noelia López, sabe hacer de todo, gana pasta y tiene hasta club de fans.
A lo mejor no sabes que Pancho en realidad se llama Cook, es un Jack Russell Terrier de ocho años que vive en Madrid con su dueño y adiestrador Antonio Valor. Antonio es un tipo con una mano especial con los animales, se encarga de preparar a “Pancho” y a muchos otros animales que luego vemos en el cine y en la televisión, ya sean anuncios de publicidad como en series. Cuentan que “Pancho” es el único perro en España con contrato de exclusividad para hacer anuncios, además de poder hacer cine. No olvidemos que ya lo vimos trabajar a las órdenes de Jose Luis Moreno en “Aquí no hay quien viva” durante tres años. Su jefe y dueño cuenta que Cook es “un perro muy inteligente y trabajador, que entrena durante los quince días previos, los distintos movimientos que tendrá que realizar delante de las cámaras”.
Desde luego junto a los niños de San Ildefonso, los bombos y el calvo, el mayor icono de la lotería nacional es Pancho. El perro, mejorando lo presente (tengo a Coco a mis pies y me mira con ojos de mujer fatal), es el animal más 'televisivo' de la caja tonta. El Jack Russel es la imagen del organismo de Apuestas del Estado desde hace ya seis años.
Pancho/Cook aguanta siempre paciente las carantoñas que le hacen todos. Por aguantar hasta soporta ir embutido en un jersey de cuero o en esmoquin. ¡Todo por la pasta! El animal es una mina de oro. Pancho “cobra” 500 euros por día trabajado.
Como curiosidad os contaremos que tiene página de Facebook con miles de seguidores. Coco está envidiosa. Tal vez le hago una. Lo más complicado con mi Coco es que le pase lo que a Pancho. El perro se ha convertido, casi con total seguridad, en el primer can al que le dedicaron un aurresku de honor junto a Iñaki Azkuna, que le saludó afectuosamente. Al final del baile Pancho agradeció todo con un "¡guau!".