Alberto de Mónaco y Charlene Wittstock han celebrado este sábado su boda por la iglesia. Sin apenas mirarse en toda la ceremonia ha llegado el momento clave. El 'sí, quiero' (su 'oui' a secas) ha sido bastante sobrio y un tanto ortopédico. Ella con la mirada perdida y triste. Él, con una media sonrisa pintada en la cara. Pocos gestos de complicidad entre la pareja.