Actriz, modelo, cantante y ¿torera?... la vida rebelde de la hija de Villepin

Ton Vilanova 10/07/2015 13:09

Se licenció en Derecho en 2006 en la Université Panthéon-Assas, una de las más prestigiosas de París, y todo hacía presagiar que seguiría el camino diplomático de su conocido padre, Dominique de Villepin, en esos momentos Primer Ministro de Francia. Pero con 19 años y tras unos pocos meses trabajando en una empresa financiera a nivel internacional, hizo las maletas y se plantó en Nueva York con un nuevo apellido y el sueño de triunfar como modelo.

Marie de Villepin (nacida en Washington el 8 de mayo de 1986) se cambió el apellido para ser Marie Steiss y desfilar para las mejores agujas de la Gran Manzana. Incluso fue imagen de Givenchy para su perfume ‘Ange ou Démon’ en una sugerente campaña en la que corría con una máscara por un palacete entre hombres y mujeres al más puro estilo ‘Eyes Wide Shut’, la valiente película de Kubrik.

"Marie, los años pasan y las oportunidades no vuelven. Que sepas que estás arruinando tu futuro, que sepas también que te queremos y que siempre encontrarás nuestra puerta abierta. Pero si te vas, no te ayudaremos", recordaba su padre años después cómo fue su reacción ante la incipiente carrera de modelo de su hijita.

Pero Marie ya no era una “niñita de papá” y sus planes pasaban por seguir explorando sus dotes artísticos, en la interpretación o en la música. Ya de pequeña había debutado en el cine interpretando a la hija de Emmanuelle Béart en ‘La bûche’ y tras sus periplos por las pasarelas tomó clases en París y en Nueva York para enfrentarse a las cámaras con garantías.

Pero aún tenía que dar un paso decisivo, mostrarse al mundo tal y cómo era, con su apellido real. El caso Clearstream, que llevó a su padre ante los tribunales acusado de denuncia calumniosa y lo enfrentó a Nicolas Sarkozy (hasta entonces su íntimo amigo), fue clave para ella. “Soy una hija que quiere a su padre y que le apoya en todos sus combates”, explicaba al diario ‘Libération’ y así lo demostró regresando a su verdadero nombre.

Marie de Villapin debutó, ya con todas las de la ley, en la película alemana ‘Baikonur’, un curioso cuento espacial donde interpretaba a una adinerada rusa que cambia los tacones por el traje de astronauta. La crítica no vio con malos ojos su interpretación y en breve estrenará en España ‘Yves Saint Laurant’, el biopic que ha preparado Jalil Lespert sobre el genial modisto donde interpreta a Betty Catroux, su alma gemela.

Tampoco la música se le da mal. Con la banda Pinkmist interpreta un rock estilo años ochenta y ha actuado en las salas más alternativas, y algunas casas okupas, de París. En Estados Unidos ha unido fuerzas con la novia de Sean Lennon, Charlotte Kemp Muhl, y el guitarrista de Courtney Love, David Hurwitz, para crear el grupo Uni y grabar un disco que verá la luz en breve.

Rockera de garra, modelo sensual y actriz en alza, cualquiera diría que no tiene nada que ver con su padre pero como al ex presidente, a Marie le gusta viajar por todo el mundo, la poesía (sobre todo los poetas malditos como Lorca o Rimbaud, y hasta la política… . “Estoy muy a gusto ante los conflictos, las situaciones de crisis. Es la herencia de mi padre, no puedo negarlo. Me gusta la intensidad, las subidas de adrenalina. Podría haber sido torero. Sí, eso me hubiera encantado”, admitía a Paris Match.

Y es que Marie poco o nada tiene que ver con el resto de sus hermanos. Su hermano pequeño, Arthur, es comercial de vino en Hong Kong y se estima que es una de las fortunas más incipientes del país galo; su hermana, Victoire, estudia en una prestigiosa escuela de comercio y todo indica que será la heredera de su padre en los negocios familiares. Como ella misma se define, de forma simpática, “soy el primer crêpe, ese que siempre sale un poco mal”.

Más que “mal”, diferente; haciendo gala de una discreta vocación de ‘outsider’ que la hace mucho más interesante. Un interés que subió como la espuma cuando se rumoreó que podría tener una relación con la actual novia de Johnny Depp, Amber Heard, declarada públicamente bisexual. Unos cariñosos encuentros en París levantaron todas las sospechas y ella… ni sí ni no ni todo lo contrario: “Asumo todas mis amistades y todas mis relaciones. Estoy muy a gusto conmigo misma, tengo una vida amorosa muy satisfactoria”. Desde entonces, la prensa de su país le ha relacionado con otras lesbianas reconocidas como la famosa tenista gala Amelie Mouresmo.

Queda dicho que es una mujer de armas tomar de la que se va a hablar y mucho, en su faceta profesional y sin duda también en la más personal. Papá Villepin tendrá que sacar su lado más diplomático para llevar, de la mejor manera posible, la vena rebelde de la mayor de sus retoños. ¡Olé, torera!