Después de cinco intensas temporadas de vaivenes familiares, los Walker dicen adiós con un final cargado de moralejas, la más importante de ellas: el mundo sigue girando.
Todo comenzó con la muerte del cabeza de familia, William Walker. Su fallecimiento supuso el punto de salida de una historia cargada de convencionalismos: una aventura fuera de su matrimonio, una hija secreta, una empresa medio arruinada, etc. Los Walker fueron reconstruyendo sus vidas en torno a una mentira, y tras el varapalo, la familia debía reinventarse en torno al pilar que mantenía unidas todas sus relaciones: su madre.
Sally Field, encarna a Nora Walker, el peso de la familia tras la muerte de su marido. Su personaje trata de mantener por todos los medios la integridad de su familia tras el escándalo amoroso de su marido. Nora es el nexo de unión. Su perfeccionismo crispa hasta el límite, pero sus consejos, (envueltos en un dulzor insoportable), terminan siendo siempre la máxima de cualquier madre y eso nos pone tiernos, ratifica al 100% la fiabilidad del “Te lo digo porque te quiero”.
Poco a poco fuimos presenciando el giro de la serie, lo que comenzaba como cualquier culebrón, se iba convirtiendo en una lección de vida. El cáncer de Kitty, el divorcio de Sarah, las adicciones de Justin, la infidelidad de Tommy y la historia que más protagonismo ha cobrado en sus últimos capítulos: el matrimonio de Kevin y Scotty frente a todas las adversidades.
La cancelación de la serie en 2011 cogió de sorpresa a todo el equipo. La productora intentó negociar la renovación de una sexta temporada con la cadena americana que la emitía, pero sus intentos fueron fallidos. El último capitulo cierra todas las historias de nuestros protagonistas en un evento especial que reúne a toda la familia. Tra la emisión del último capítulo en Divinity, puedes disfrutar del final durante siete días en mitele.
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