La juventud rockera de Johnny Depp

divinity.es 05/12/2012 17:18

La semana pasada Johnny Depp se subió al escenario del Orpheum Theatre de Los Angeles a tocar la guitarra para Alice Cooper. No era un cameo casual, Johnny Depp ahora es un actor consagrado con tres nominaciones al Oscar, pero en su día estuvo a punto de embarcarse en una carrera musical por el lado salvaje del punk rock. Un pasado que no le gusta recordar.

Cuando era niño, la familia de Johnny vivía en un trajín de mudanzas de un sitio a otro. Esta vida nómada, a pesar de que era nieto de un auténtico indio cherokee, hizo mella en el pequeño que terminó hasta las narices de tener que hacer nuevos amigos una y otra vez. En aquel tiempo tenía sueños de ser jugador de baloncesto, policía especial, este tipo de cosas que quieren los niños, pero también, por supuesto, cantante de éxito.

Actitud no le faltaba para subirse a un escenario. En un colegio le sancionaron por bajarse los pantalones y enseñarle el culo a la profesora. Estuvo a punto de quemarse al cara con gasolina y tampoco iba mal servido de amigos rebeldes, empezó a juntare con chicos problemáticos que se dedicaban al vandalismo. No tardó en dejar de ir a clase y dedicarse únicamente a la guitarra, la única salida laboral que tiene ser un pieza de esa categoría.

Formó su primer grupo con 15 años, cuando se divorciaron sus padres. Se llamaban Flame y fue ahí cuando empezó a iniciarse en las drogas, el sexo y el alcohol. Le daban asco sus compañeros de instituto. Todos pendientes de ser el más popular. Eran los finales de los setenta y casualmente apareció un movimiento en el que encajó perfectamente con esta mentalidad: el punk.

Su segundo grupo se llamó The Kids. Éste tuvo más éxito. También más alcohol y más drogas, el motivo por el que a Johnny, cuyas palabras ahora tienen repercusión internacional, no le gusta recordar en la actualidad toda esta época de su vida. No obstante, los Kids tuvieron cierta relevancia y abrieron para Iggy Pop, los B´52 y Talking Heads, grupos que se encontraban en su mejor momento en aquellos años.

La hermana de un miembro de los Kids se llamaba Lori Anne Allison. Se gustaron y, en plan vive rápido, muere joven y deja un bonito cadáver, se casaron en Miami. Ella era cinco años mayor que él y fue determinante en su vida. Juntos se marcharon a California. Decididos a triunfar.

En Los Ángeles, como le pasa a tantos, la realidad fue más prosaica que en los sueños. No resulta tan fácil abrirse paso, la ciudad es dura y, sobre todo, cara. Johnny empezó a trabajar de vendedor telefónico, en gasolineras. Lo que fuera para mantenerse mientras intentaba que su grupo lograse un contrato para grabar un primer disco.

Tanto empeño en triunfar con su grupo le hizo distanciarse de su esposa. Se separaron, pero amigablemente. Y mantener esa amistad fue clave para él. Ella le presentó al sobrino de Coppola, un tal Nicolas Coppola que luego se cambió al apellido por Cage. Gracias a él logró su primer casting. Tenía 20 años, melenas, tatuajes, pendientes, pero supieron ver que, detrás de toda la parafernalia rockera, había una cara bonita. Consiguió un papel para Pesadilla en Elm Street. Poco después, viajó a Filipinas para trabajar en Platoon.

Pero de vuelta a Los Ángeles insistió con el rock and roll. No estaba del todo cómodo como actor. Su sueño eran los Grammy, no los Oscar. Y conoció a un grupo que también venía de Miami, los Rock City Angels. Pegamos un telefonazo a Ringo Jukes, batería de ese grupo y nos da una visión de cómo era Johnny aquellos años:

Los Rock City Angels empezaron a grabar canciones en un momento en el que Guns N´Roses puso de moda en todo el mundo el estilo que ellos, con Johnny Depp, hacían. Pero de pronto al protagonista de esta historia le llegó otra oferta. Era para protagonizar una serie '21 Jump Street' (Jóvenes policías) sobre un agente que, disfrazado de rockero, perseguía a delincuentes adolescentes. El papel no podía darle más asco a Johnny, que también detestaba la televisión, pero le ofrecieron 45.000 dólares por capítulo. Dejó el grupo y se centró en su faceta como actor. En ese momento la decisión fue una locura, aunque no lo parezca. Los Rock City Angels.

Apretando los dientes, suponemos, grabó tres temporadas de la serie y el resto es historia. En 1990 llegó Eduardo Manostijeras. Ese mismo año, la carrera de los Angels se vino abajo, que terminaron fuera de la discográfica y sin contrato. Johnny cayó de pie.