Yo no soy tu princesa: ¿sabes que tu ropa también puede ser feminista?

divinity.es 03/04/2016 18:22

Aunque el feminismo no es patrimonio exclusivo de las mujeres, ellas han asumido la obligación de gritar al mundo -desde todas las artes y las ciencias conocidas- en pro de sus derechos. La moda no se ha quedado atrás y muchas son las firmas que expresan a través de consignas, de donaciones o de sistemas de producción su compromiso con el feminismo. Famosas como Cara Delevingne, St Vicent o Kali Uchis se han unido a esta tercera ola feminista luciendo camisetas con frases evocadoras como 'The Future is Femmale' (el futuro es de las mujeres) o directamente provocadoras como 'Beat it Creep'(lárgate, pesado). Hoy os contamos quiénes son, cómo y qué hacen estas marcas por las mujeres.

Feministas hasta la ropa interior

El reto de Mayan Toledano y Julia Baylis es mezclar en su portal Me and You fotografía, historias, accesorios y ropa interior. Parte de los beneficios de las ventas se destinan a asociaciones pro mujeres y el gran éxito de su marca son las clásicas braguitas de algodón con consigna incorporada.

Muchas otras firmas de ropa interior, entre otras Neon Moon -que se define como la primera marca de lencería feminista-, Thinx -la marca para las mujeres con el periodo-, Dear Kate -hecha por mujeres y para ellas- o Feminist Style -tratan de inculcar la comunicación y el consentimiento en las relaciones sexuales- pueden presumir de ser firmas de lencería feminista diseñada pensando en las mujeres y en la igualdad de los sexos.

Si quieres que se lea bien, llévalo escrito entre las tetas

Desde luego, porque no hay mejor pancarta que el escote para dejar claro que el futuro es de las mujeres. Una fotografía de Liza Cowan, para la que posó en 1975 la escritora feminista Alix Dobkin con una camiseta blanca en la que se lee ‘The future is femmale’, es la base del éxito de Otherwild. Las camisetas y sudaderas, que han dado la vuelta al mundo de la mano de Cara Delevingne y su novia St. Vincent, no han estado exentas de polémica.

Otras firmas que apuestan por frases feministas e incluso provocadoras son Feminist Apparel -que juega con el humor y la ironía-, Valfré -la que lleva la cantante colombiana Kali Uchis y que se traduce como ‘lárgate, pesado’- Wicked Clothes -con consignas cargadas de cinismo-, Aurora Lady -además de eslóganes divertidos responde a criterios éticos en la producción- o Free the Nipple -basta decir que su nombre significa libera el pezón- de la que se han hecho abanderadas famosas como Miley Cyrus o Michelle Rodríguez.

La que ha liado Cara Delevingne con sus camisetas

Cara se ha querido subir al carro feminista y, ni corta ni perezosa, decidió vender por su cuenta las camisetas con la consigna creada por Otherwild. Lo publicó en su cuenta de Instagram, la firma reclamó su autoría, ella se defendió diciendo que el diseño no les pertenecía y entre pelea y pelea, las camisetas se han hecho virales.

Firmas de ropa comprometidas con el feminismo a otros niveles

A estos eslóganes y consignas, divertidos y provocadores, les han salido muchos ‘novios’ entre las tiendas de ‘mass market’, por lo que empieza a ser complicado diferenciar entre las que llevan un mensaje feminista detrás y las que sólo lo llevan escrito en la camiseta.

Pero existen otras vías de feminismo. Una de ellas es la que utilizan tanto Trademark como Title A, la firma creada por Agyness Deyn, que crean diseños de marcado carácter unisex. Otra posibilidad es la de Birdsong, un sitio web de ropa hecha a mano sólo por mujeres, a las que destina el 80% de sus beneficios.

La campaña feminista de la polémica: ‘This is what a feminist looks like’

Junto a Elle Uk. y la fundación pro derechos de la mujer Ed & Harriet, muchos rostros famosos como Emma Watson, Benedict Cumberbatch, Alexa Chung o Eddie Redmayne han posado con camisetas y sudaderas en las que se puede leer ‘this is what a feminist look like’ (así se ve un/una feminista). Pero las críticas les han llovido desde que el periódico Daly Mail publicara que la ropa se fabrica en Bangladesh en condiciones de hacinamiento y esclavitud. Una buena intención y una buena causa pero con un final no tan bueno.