Alaska: "Ir de copas con Pitita es un rollo. Estoy sorda y no la oigo"

JUAN RODRÍGUEZ UÑA | JAVIER COLSA (IMAGEN) 14/03/2011 15:28

Su viaje ideal sería con la Bordiú, Lomana, Bibiana, Mario y... su profesora de historia

Sillones sacados de mil rastros del mundo, letras en púrpura, apliques de los 50, terciopelo vintage y cisnes azules de porcelana conviven con el leopardo de las paredes y una televisión retro en El Fabuloso. Un bar madrileño que evoca la movida y donde Alaska y Mario se mueven con donaire. Es Olvido, la mejor musa de un Madrid multicultural que ella ha sabido grabar en su piel como nadie. Llega de print de leopardo lila y taconazo. Llega y todo es mejor.

[PUEDES VER LO MEJOR DE LA ENTREVISTA AL FINAL DEL TEXTO]

El paso trascendental…

Del vodevil a la astracanada.

¿Qué es esto, Olvido?

La forma que hemos tenido, Fangoria, de llamar a un disco que es una antología de canciones, donde están todos los éxitos de Fangoria y también todos esos éxitos de Alaska y Dinarama que Fangoria nunca había tocado. Así que es un compendio de toda nuestra vida.

El primer recuerdo que tengo de ti, yo tendría unos 10 años, son unas sierras ensangrentadas de cartón piedra que guardabas en el trastero de esa casa de vecinos que hemos compartido tantos años tu familia y la mía. Fíjate el tiempo que ha pasado y parece que estamos en lo mismo…

Sí. (Sonríe). Fíjate si estamos en lo mismo que esas sierras las he sacado este año y están viajando en la gira nueva, que se llama Operación vodevil. En homenaje a la Operación bikini, a esas películas de Gracita Morales.

¿Las mismas sierras de hace 30 años?

Las mismas. Esas sierras se hicieron para un especial de la Bola de Cristal donde se cantaba A quién le importa. Yo salía con mi sierra mecánica y a las bailarinas les hicieron esas sierras de cartón. Después se quedaron en ese trastero que tú tan bien conoces y ahora están de gira. Todo sirve. Es un vintage, todo hay que guardarlo.

¿Eso significa que el mundo no ha cambiado tanto en 30 años? ¿O ha cambiado mucho?

Sí, ha cambiado. Pero esto es como cualquier vestido cruzado de Diane Von Furstenberg sabes que lo puedes guardar eternamente en el armario y no pasa nada. Otra cosa es que sea tendencia, esté de moda, se lleve… Eso ya no me preocupa nada. Todo lo que a ti te gusta y tú eres, va a servirte siempre.

¿Qué es la moda para ti?

Eso que hace que yo me vea como me veo por dentro, la realización de una imagen interior que yo tengo de cara a mí y a los demás, porque quiero que me veáis como yo me veo.

¿Y cómo te ves? (Risas)

Así. (Se señala con ambas manos). Como tú te vistes dice mucho de ti. Por eso cada uno debe llevarse la moda a su terreno.

Tú y Mario sabéis de moda y os gusta mucho la moda. ¿Vais contra corriente a propósito?

No es un a propósito en el sentido rebelde. No es decir aunque se lleve el pantalón ancho yo llevo el pitillo. Es un, hablo ahora por boca de Mario, me va a dar igual lo que se lleve porque a mí sólo me gusta el pitillo. Y esto no es sólo ahora porque tenga muchas referencias que lo llevan como él en el mundo del rock y de otros artistas… A veces las colecciones están hechas para ti y otras no. No es ir contra corriente porque sí, es que a veces las cosas no encajan contigo pero no pasa nada.

No te empeñes en decir que no. Tú has hecho un pacto con alguien, no sé si es el diablo o quién, pero algo has hecho para estar así.

Con el Doctor Monereo. (Risa). Por Dios. (Más risa).

Yo echo las vista atrás 30 años y veo en ti lo mismo que ahora. Nos llevamos pocos años y…

Tú eres más pequeño.

Ya pero no tanto… Y te sigo viendo como eras…

Es que yo era muy pequeña también. Aquí hay varias ventajas. Primero empecé muy pequeña. Cuando empiezas menos joven enseguida los 50 llegan. A mí no me han llegado y mira que la gente lleva años viéndome. Eso es porque me empezaron a ver con 14. Y no son unos 14 del Club Disney. No. Yo ya tenía mi maquillaje, mi forma de vestir, mi forma de expresarme… Cuando tenga 80 o 90 tampoco habré cambiado tanto porque el maquillaje va a ser el mismo, el pelo será parecido…

¿Seguirás yendo igual cuando tengas esa edad?

Yo creo que sí. Una cosa que me pone negra, cuando habláis y dais vuestras opiniones en la tele de expertos con tan buen criterio es la edad y la moda. Cuando tenía 14 años decían que no podía llevar esos tacones ni ese maquillaje porque tenía 14 años. Cuando tenga 80 me vais a decir lo mismo. La gente tiene que ir como le apetezca y no me gusta nada el concepto de ya no tiene edad para eso o todavía no tiene edad para eso.

Yo en eso he sido siempre un gran defensor de la Duquesa de Alba. Me gusta que haga lo que quiera y vista como quiera pase el tiempo que pase… Y digo la Duquesa, como Sara Montiel, Lucía Bosé y tantas mujeres que hacen de su capa un sayo…

Habrá cosas que ya ni puedas usar con determinada edad porque te entorpezcan o te sienten peor, yo que sé, todo está por venir y se verá. Las personas tienen un estilo y eso permanece con una edad o con otra.

¿Qué haces con Mario laboralmente?

Tenemos actividades conjuntas, pinchamos a veces, y él es nuestro manager en Fangoria, también mi manager y mi agente de prensa. Y luego como cada uno tenemos nuestro propio grupo, a veces hay cosas comunes y otras no.

¿Cómo se lleva esto y la vida de pareja?

Yo lo llevo muy bien. Es una contradicción porque yo soy hija única y de repente necesito un domingo no verle, pero no por ser él. No ver a nadie.

¿Y le echas de casa?

No hace falta. Ya se va él. Un día de vez en cuando tener tu espacio es necesario. Y así lo echas de menos. Sé que esto es muy egoísta. Te vas cuando me apetece y vuelves cuando me apetece. (Risa). Es muy poco el tiempo que no estamos juntos. A mí me va bien para mi carácter. A veces estás muy enamorada pero no hay intereses comunes y a la hora de hacer ciertas cosas, ir de compras, viajar, un concierto, ese señor no te acompaña en nada y es un rollo. Con Mario esto lo tengo muy cubierto. Y por ejemplo no me gusta nada ir a la compra con él… porque yo me tomo mi tiempo y lo disfruto y él quiere coger las cuatro cosas que necesita y largarse. Es el único pacto que hemos hecho en la vida, no hacer la compra juntos.

Mejor porque Mario come muy malamente

Todo le parece que sobra.

Hace dos semanas descansarías. Estuvimos Mario y yo en París con la radio…

Me vino muy bien.

Nos los pasamos pipa…

Ya he visto las fotos.

Imagínate a Mario, Las Supremas de Móstoles, Antonio Jimeno, el menda…

Sí, sí. Yo tenía mi viaje con Es radio por otro lado y estuvimos separados pero el domingo ya tenía ganas de que llegarais. Vamos que el espacio es cuestión de un día o dos y luego ya quieres que vuelva.

Por estas entrevistas han pasado muchas mujeres muy distintas que te admiran por diferentes motivos. Carmen Lomana, Carmen Posadas, Carmen Martínez Bordiú. Tienes relaciones tan diferentes…

Con algunas tengo relaciones más superficiales, más casuales, como con Posadas. Luego hay relaciones más intensas como con Lomana. A la que adoramos y con la que tenemos un poco más de vida más allá de lo que se ve. Todo se basa en el respeto y en no ser prejuicioso. Da igual del ámbito del que venga una persona. Da igual la imagen que tengas de alguien. Y aún así hay gente con la que no, y es no.

Pitita Ridruejo…

Con Pitita ya es adoración. Es veneración. Es una señora educada, con una postura muy digna y muy difícil, muy valiente con sus creencias y que luego le presentas a alguien y lo trata con primor.

¿Te vas de copas con ella?

De copas no. Me voy a merendar. De copas es un rollo. Yo estoy sorda y no oigo y ella es muy suave. Nos pasó una vez en el room mate y fue imposible. Yo con Pitita no quiero hablar, quiero que hable ella.

Recuerdo ahora aquel Baile de la Rosa. ¿Cómo lo viviste?

Era un homenaje al mundo de Pedro. Y él por pudor lo extendió a la movida madrileña. Pero no es un mundo tan ajeno, no creas. Estamos hablando de una princesa, Carolina, que quemó el Estudio 54 a finales de los 70, que bailó con Warhol, que se sentó con Bianca Jagger…

Una vez más los prejuicios…

Precisamente el Madrid que yo he conocido es ese en el te puedes encontrar a un quinqui y a Pitita sentados en el mismo sofá en un mismo espacio. Ha sido así desde los 70 y es su valor más maravilloso. Madrid nunca ha estado estratificado, habrá ciudades más cosmopolitas, más bonitas, pero no se mezclan. Cuando Warhol vino a España lo recibieron los March y allí estaba Fabio Macnamara que se tiró a la piscina. Le entrevistó Pitita, que se sentó en el suelo porque Warhol la puso a prueba y le desordenó toda la habitación.

Me lo contó Pitita. Y se privó Warhol por esos cuadros de dameros y sillas que tiene Pitita en su cocina de Madrid…

Pues eso es lo bueno. Y que la gente se mezcle. No es tan ajeno que una señora pudiente en Mónaco acabe bailando con Paquito Clavel un twist y se lo esté pasando bomba.

¿Echas algo de menos de aquella movida? ¿Están los que estaban?

Nada. Nada. No están los mismos, unos por ausencia y otros porque habrán evolucionado. A veces las ciudades tienes unas pulsaciones y otras veces otras, a veces las políticas municipales van a la par de los movimientos culturales y otras no. Pero lo fundamental no ha cambiado. Ahora no echo nada de menos. Yo no sé tú pero de mi adolescencia no echo nada de menos, es una edad horrible. Estoy mejor ahora.

¿Te sientes totalmente madrileña?

El totalmente que te da ser mexicana. Adorar México y tener ese pasaporte. Aún no tengo la nacionalidad española, es una vergüenza. Tengo una madre cubana. Me siento anglófila, me hace hasta creer en la reencarnación. Tengo que venir de ahí, si no no entiendo el sentido de pertenencia. Soy eso que se dice de ciudadana de ningún lugar.

¿Qué tal está tu madre?

Fenomenal. Viajando. Ya lo sabes que nunca está en casa.

Eres un reflejo total de tu madre, de libertades…

Sí y mi abuela también era así. Mi madre es mucho más sociable que yo. Aunque parezca mentira yo soy un poco asocial.

¿Tú crees? Sólo hay que cogerte el punto

Te lo digo yo. A mi madre todo le va bien. Yo soy más reservada. Vengo de unas mujeres muy poderosas y no habituales.

Me moriría por ver de nuevo esas sierras de las que hablábamos…

Las verás en breve.

Y descubrir que el cartón piedra es lo único que no envejece… (Risa)

Exactamente.

Hacías referencia hace un momento a la política en Madrid. ¿Cómo ves la actual?

Madrid no es el peor sitio. En general me parece fatal. El Madrid del que yo hablo es el de la UCD, que es lo que había entonces. Yo abogo por una política no intervencionista, ni tanto apoyar ni tanto coartar. Creo que ahora la política intenta sacar a Madrid de nuevo al mundo porque gobiernos anteriores dejaron morir eso. Hubo una época en que Madrid estaba en todo el mundo, llegó Manzano y enterró todo lo que había ocurrido en la ciudad. Tú vas a Europa y todo el mundo cita Barcelona y Madrid no existe. Y existía. Hemos tenido que volver a vender esa marca muy bien hecha que tenía Madrid hace tiempo. Y ahora tanto ayuntamiento como comunidad mueven cultura de todo tipo.

¿Hablas de política y de religión habitualmente con tus amigos?

Sí, con normalidad. Son temas que siempre salen.

Te lo pregunto porque sabemos dónde trabajamos y los prejuicios que crean en otros. Me sigue sorprendiendo que enjuicien la pluralidad. Hablo por mi trabajo en la Cope o el tuyo tantos años en Cope y ahora con Federico en Es Radio…

Llamamos mucho la atención porque no militamos, trabajamos con ellos pero no militamos. Eso es lo que debe buscar todo director, la pluralidad. Si militásemos nadie se extrañaría. A mí esto me empezó a pasar de muy pequeña. Desde la Bola de Cristal. O con Ansón que se inventa en ABC una separata casi anticultural en la que escribía yo. Y porque lo invente Ansón hay que criticarlo. No, hay que alabarlo. Y lo defenderé siempre. No hay que tener política de partido, por eso no lo hago, porque no quiero que me digan lo que tengo que pensar.

¿Qué queda de aquella Bola de Cristal? Porque entonces había esos programas de niños y ahora hay tipos como Justin Bieber que hace autobiografías con 16 años, o Hanna Montana, que pasó de ídolo de adolescentes a ídolo picante de sus padres y se convirtió en cortesana del nuevo siglo…

Los Justin Bieber han existido siempre. Antes de que la factoría Disney creara la primera Britney ya existían las niñas 'Tú a Boston y yo a California'. Esto ha existido siempre. La Bola era extraño porque aún estando dirigido a un público infantil no estaba hecho dentro de los parámetros normales. Porque yo no iba vestida ni maquillada como lo habitual.

Y los niños estaban encantados…

Eso es lo fantástico. Lo otros, los Justin y las Hannas, han existido siempre. El sueño de la razón produce monstruos. Tú sigue creando angelicales niñas que quieren llegar vírgenes al matrimonio y te saldrán Britneys y Hannas porque estás yendo contra natura. Pero no me parecen mal los programas infantiles de hoy. Es parecido a mi Meteoro, Mazinguer, ahora son los Pikachus. Luego está Pocoyo, que es delicioso para los niños de Preescolar. Lo que se ha perdido es la programación infantil. No los buenos programas infantiles. Ha cambiado el uso que se le da a la televisión.

¿Cómo la ves? La televisión que hacemos ahora…

Pues más plural no puede ser porque hay de todo. Luego te pones a buscar y no encuentras nada donde quedarte y acabamos viendo todos lo mismo. Esto es una discusión que suelo tener con Nacho Canut. Él dice que hace 5 años que no ve la tele, pero luego se sorprende con Ana Rosa, con Sálvame… porque no lo ve nunca. Y a mí me gusta estar conectada al mundo.

¿La ves habitualmente?

Desde que me levanto hasta que me acuesto está puesta. Porque me gusta comentar contigo qué pasó ayer. Forma parte de una cuestión social. Porque me gusta saber qué pasa, cuál es la polémica, qué pasó en los Óscar y ver lo que decís al día siguiente, si echan a uno de Gran Hermano… Me gusta la tele.

Pues después de los Óscar pusimos pingando en Ana Rosa a Penélope…

Por el vestido. Pues a mí me gusta más Penélope así que cuando os gusta tipo Audrey Hepburn.

A mí me gusta así, pero estaba mal elegido el vestido…

Mi única crítica, a ella le dará igual lo que yo piense y hará muy bien, es que me gustaría que las actrices tuvieran más personalidad. Helena Bonham Carter no me cae muy allá pero es ella. Johny Deep, cuando va con el chaleco, el reloj, las gafas… Es importantísimo ser uno mismo. Penélope en estos Óscar era una estrella de Bollywood. Me gusta mucho más eso que cuando va como Audrey, pero yo entiendo que a la gente le haga un cortocircuito. A mí me gusta la Penélope de Volver…

Esa Raimunda castellana…

Cuando Almodóvar le puso culazo. Esa Raimunda neorrealista.

¿Cuándo vas a volver con Almodóvar?

Yo creo que nunca. A parte de un placer te toca la loto. Ya lo hice y está muy bien porque te quita tensión. La meta de toda actriz o viceactriz del mundo es trabajar con Almodóvar. Yo ya lo hice así que esa tensión la tengo fuera. Cuando Pedro piensa una película tiene ya sus personajes. Si alguna vez se vuelve a dar me lo dirá pero es poco probable. Tiene que ser muy tenso ser Pedro y que todo el mundo esté esperando que le des un papel. Yo cuando ceno con él no le pregunto ni por su trabajo para que no parezca que busco otra cosa. Ya lo hice y claro que sería un regalazo.

¿No hay vacaciones con la gira?

Esto es un problema conyugal también. Yo creo que me paso el año de vacaciones. Porque adoro mi trabajo. Si hago un concierto en Washington pues para mí ya son vacaciones, pero Mario no lo ve así. No sé desconectar, ni quiero. Yo el ocio lo programo y él no lo soporta.

Damos bandazo. Sé que Mario idolatra a la Princesa de Asturias. ¿Tú?

Pues yo también. A mí me gusta mucho. Se ha puesto más guapa imposible y hay que valorarlo. Tú eres lo que te toca y lo llevas adelante y a veces te dedicas a ser lo que no te toca. A ella no le tocaba y lo ha asumido como una profesional.

Dime un grupo de mujeres públicas con las que te irías de viaje…

La Bordiú debe de ser la bomba. Pero debe ser más divertida que yo.

No es tan social, es como tú, hay que saberla coger el punto y entonces es total

Pues sería fantástica en ese viaje. Lomana ni te cuento. Con Bibiana al fin del mundo, es un cheque en blanco. Con Pitita es otro tipo de viaje, me iría a Jerusalem. Con Ana Vázquez, mi profesora de historia, me iría a Egipto.

¿Mario estaría en ese viaje?

Si no está me mata. Eso es lo divertido de tener este marido que no tengo que hacer otros planes porque a él todo le parece divertido.

Es fundamental divertirte y reírte con la persona que convives…

Más que reírte tener sentido del humor compatible. Hay que tener el mismo para estar con alguien y que no choque.

Qué te parece divinity en el mundo y qué nada divino…

Pues a la gente no le parece divino lo artificial y a mí sí. Me gusta la gente que no se conforma con donde cayó. La que va contra corriente. La luchadora y que se crea un mundo propio. Y no me parece divinity esa gente súper natural que lleva 8 horas la maquilladora maquillándola para que parezca que no va maquillada.

¿No es esta la sociedad que somos?

Sí. Porque parece que es más correcto. Hay gente que cree que así caerá más simpática a los demás, no serán tan altivas, o tan distintas, llamarán menos la atención, no resaltarán tanto que tienen dinero o no lo tienen. No pasa nada por tenerlo o no. Es más, hay que usar eso como un arma. Que no lo tienes, hazte un look de aquí y de allá con ropa de segunda mano. Que lo tienes, pues no pasa nada porque lleves un Kelly. No hay que pedir perdón al mundo por nada, esto me pone muy nerviosa.

Eso es precisamente lo que le critican a Lomana y no lo entiendo

Es que con Carmen pasa algo como muy progre en el peor sentido y muy cristiano en el peor sentido, y es tener que pedir perdón por lo bonito, por lo que te ha tocado, por poder lucir más que otro.

¿Qué te falta por hacer en la vida, Olvido?

Así como gran cosa nada. Terminar mi carrera de historia alguna vez es una vergüenza ya pero no tengo más tiempo. Eso por puro placer. En lo demás nada. Que me quede como estoy.

¿No hay nada pendiente?

No. Pero porque nunca he tenido nada pendiente. Hay gente que se pone metas por cumplir pero yo nunca he sido así.

El no tener nada pendiente y hacer lo que uno siempre ha querido ¿define la felicidad?

Pues sí. Está bien visto. Te doy la razón.

Ha sido un placer Olvido. A mi madre le habría encantado, lo sabes…

Ay, qué divina era.

Me hace gracia porque mi padre que es un tipo serio y bastante conservador en el carácter siempre habla con admiración y adoración de Mario, de América tu madre, de ti…

Es que no es cuestión de ser más serio o no si no de cómo te encuentras por ejemplo sacando la basura como nos ha pasado como vecinos. Hay gente con la que no, y otra con la que siempre hay algo más. Seas conservador, serio o el más punky del barrio. Cuando tienes predisposición con cierta gente, el feeling ocurre.

Ocurre y nos seguirá ocurriendo. Pienso seguirte la estela de las sierras de cartón piedra que marcaron mi infancia. Que vaya todo muy bien… nos veremos en el mundo.

Gracias a ti amor. Nos veremos.

Los focos se apagan, el Fabuloso vuelve a su luz intimista y Olvido y Mario siguen siendo lo que siempre han sido. Cordura, piel, energía y grandes dosis de ternura. Salgo pensando en esas últimas palabras. En la sonrisa de mi madre escuchando desde algún lugar ese divina, en los labios de Olvido, en tantas tardes de niño…

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