ACIERTOS
1. El imperialista negro y oro de Malú ya lo llevó Cristina Castaño en los Marie Claire. Malú estaba espectacular, pero desde este acierto, un error como un castillo a esos diseñadores/estilistas/agencias que van prestando el mismo modelo evento tras evento convirtiendo los aciertos en terribles errores.
2. El romanticismo black de Cristina Boscá.
3. Plata, corto y volantes españoles. El súper cóctel de Penélope Cruz.
4. El cóctel negro clásico siempre funciona. Kira Miró.
5. Vanesa Martín y su blazer glitter de calaveras.
6. Espuma glitter y cuello cisne. El sencillo brilli de Elena Rivera.
7. Paz Vega y sus superposiciones en plata. El corte garçon me sigue chiflando.
8. El jumpsuit con cola de Paula Echevarría lo habríamos crucificado en otro body, seguro, pero a ella le quedaba de miedo.
9. La falda con biker de Rosa Olucha.
10. Lo irreconocible de Lorena Gómez tenía punto.
11. El corto negro con stilettos rosas y el bolso tarta de Samantha Vallejo Nágera.
12. La plata de Ana Fernández.
13. Los tuxedó de Dulceida, en modo little black dress; y Alba Paul Ferrer, en gllitter y con pantalón; las subieron, por primera, vez a estos aciertos.
14. Los Javis, Ambrosio y Calvo, tienen rollo optimista siempre.
15. Al señor Bono se le permite, con éxito, el total black.
16. Luis Fonsi y su guerrillera vichy.
17. La casual informalidad de Edu Casanova.
ERRORES
1. Si la extravagancia parece disfraz deja de ser divina. Eso le pasó a Ana Mena.
2. Las lentejuelas en los chicos pueden tener mucho rollo, pero Blas Cantó parecía el domador de fieras de un circo ambulante navideño.
3. Vanesa Romero se colocó los colores corporativos y esta vez no brilló como nos tiene acostumbrados. Parecía un look estival de media mañana.
4. Los lutos opacos, más allá del black, de Alejandro Sanz nunca concuerdan con la luz de su música.
5. A Bely Basarte no le pillé el rollo. O sobraba el vestidito ñoño, o los tattos cero ñoños, o las botas underground… Nada empastaba.
6. ¿Por qué Manel Navarro siempre parece que huya de la ducha?
7. El cuadro de Jared Leto tiene su punto, porque es de esos errores con rollo que me molan.