THE 2ND SKIN
⬆️CON HILO
Un jardín secreto, un sueño de organza, unas rosas del tiempo y unas almas que brillan
He soñado esta noche con un romántico jardín donde Antonio Burillo me hablaba de sus Mujeres preparadas para brillar. Burillo, al que me unen años de charlas y raíces aragonesas, es el 50 por ciento del alma de este The 2nd Skin que ahora visten estrellas internacionales en cualquier red carpet del mundo. Pero ese Burillo con el que yo desayunaba en ese jardín, es más jardinero de sus rosas que experto en marketing de sus éxitos, y me hablaba, sereno, de coronas de flores y organzas con las que quería envolver cualquier triunfo de sus mujeres. Y hoy he llegado a su desfile y me he encontrado, cosas de la vida, con todos esos perfumes de mi sueño. Con los vestidos de organza exquisitos, con los tocados de rosas, con los cuellos y las cinturas en los que viven las flores de nuestro jardín del sueño. Y en el tapiz paseaban, ligeras pero intensas, como el perfume de los rosales, esas mujeres con sus vestidos de flores bordadas, sus lazos zapateros, sus pisadas de sandalias de lima. Y he entendido que a veces, para la gente que lo persigue con inocente ilusión, los sueños se cumplen.
ALVARNO
⬆️CON HILO
Las diosas de Alvarno tienen piel de flores.
Y cuellos de alta joyería, almidonados e impolutos, tan Lagerfeld, que nadie podría no vislumbrar el perfume afrancesado de Arnaud y sus compatriotas. Cuatro arcos de jardín por los que trepan las flores organizan un desfile onírico y en ziz zag para que las mujeres Alvarno, que se muestran delicadas pero son fuertes, como las piedras preciosas, paseen como diosas de un Edén, con sus finísimas sandalias romanas, sus asimetrías, sus bordados de brillo, flor y cristal. Sedas fluidas, gasas, tul y encajes, metales y porcelanas, tintinean como la magia del agua en un jardín nocturno y vivo bajo una noche de estrellas.
DUYOS
⬆️CON HILO
Duyos pide deseos que brillan como el oro.
Y a veces se tornan en verdes, en fucsias y en amarillos, como sus casacas que se hacen vestidos o sus pantalones y jumpsuits tricolores de glitter. O como su tul plumeti, sus abrigos de lentejuelas oro y sus vestidos de volantes. Del amarillo al oro sólo está el paso de un brillo, y la puerta hacia el éxito. Duyos ya sabe de esto y ha llenado sus diseños de deseos que vuelan como los molinillos silvestres, llenando todo como del ambar de una puesta de sol.
JORGE VÁZQUEZ
⬆️CON HILO
Vázquez mira por una mirilla de infante a una Jaqueline exquisita en un jardín de la campiña francesa
Estampados Liberty, copas francesas de piedra con helechos y sillas con cojines en un jardín de celebridades, de muchos campos de la sociedad, dan cobijo a un desfile contundente y a una colección impecable. Por este jardín afrancesado pasean y hasta flotan vestidos de muselinas, tules, gazares y rasos donde crecen flores y fantasías. Rayas, cientos de flores, faldas con volumen y vestidos rosas como bordados en los sueños. Las mujeres de Jorge podrían ser Audrey, Brigitte, Jackeline, Marilyn... quizá sean todas juntas, musas de aquel cine exquisito de los 50 y de su moda. Quizá son esas mujeres que entran en cualquier jardín y cuando lo abandonan perdura el perfume de su imagen para siempre.
HANNIBAL LAGUNA
⬆️CON HILO
Treinta años dan para mucho, en la moda y en la vida.
De esos treinta yo he hablado muchos de ellos de sus colecciones. A menudo no fueron buenas críticas, pues ni me gustaba su ostentación del provincianisno opulento, ni la exaltación de su fantasía casi Disney. Pero hoy no voy a hablar de su retrospectiva en el desfile, ni de sus flores primarias bordadas en sus inicios de costura en su taller Madrid, esas flores de organza que todos recordamos, ni de sus lavandas de sirenas floreadas y cristal, ni de sus rojos vaporosos en intensos o sus organzas negras de volantes inmensos... Hoy quiero hablar de lo importante que es saber encajar la vida, el destino, el éxito, el infortunio y las críticas. Hoy reconozco que Hannibal ha sido un caballero de buen talante con todas mis crónicas. Irónico a veces aunque le disgustasen la vida. Y hoy también quiero rendir un pequeño pero grande homenaje, en estos 30, a esos maestros costureros como Laguna que, independientemente de gustos y tendencias, tejen, cosen y bordan, ilusiones para que otros sueñen con ellos. Hoy mi Con Hilo para Hannibal es reconocimiento al trabajo y al esfuerzo, aunque en gustos nos separen mil vidas.