Marissa Mayer, la CEO de Yahoo, está embarazada de gemelas y ha expresado su intención de volver al trabajo en dos semanas.
Susan Wojcicki, CEO de YouTube, sí se tomó la baja de maternidad en Google, y hasta explicó en un artículo los beneficios que había supuesto para su empresa la ampliación de ese derecho.
Se plantea el debate moral de si Marissa Mayer debe hacer lo que le dé la gana (disfrutar o no de su derecho) o si tiene que tomar decisiones ejemplares respecto de su maternidad debido a su posición profesional.
Se discute también cómo deben actuar las mujeres directivas en su vida personal. Se argumenta que quién mejor que ellas, que han roto el invisible 'techo de acero cristal', para impulsar los derechos laborales de todas las mujeres. Así, la diputada socialista Ángeles Álvarez dejaba claro, en declaraciones a SModa, que Mayer obra mal y que es su responsabilidad social predicar con el ejemplo y disfrutar de su baja de maternidad en particular porque eso ayuda al resto de las mujeres en general.
Nos encontramos con demasiada frecuencia con mujeres que defienden los derechos de muchas criticando las decisiones personales de algunas (esto vale igual para la baja de maternidad, el aborto, la lactancia materna o el mismo hecho de ser madre). Y es especialmente recurrente que unas pocas mujeres a quienes va bien profesionalmente se usen como ejemplo explicativo de por qué a muchas otras les va mal. Y lo peor: quienes las usan como ejemplo son otras mujeres. Mal.
Me pregunto ¿Por qué tenemos las mujeres la costumbre de defender causas que nos favorecen a todas criticando a algunas o a unas pocas o a Marissa Mayer? Duda: ¿Somos las mujeres capaces de hablar de un tema que afecte al mundo femenino sin criticarnos? En el ejemplo que aquí abordamos el hecho de que Mayer sea rubia, flaca, multimillonaria y use a diario zapatos Manolo Blanik, como es el caso, ayuda a que parezca incluso mala persona (y por supuesto mala madre).
Cuando estos debates suceden (más a menudo de lo que podría esperarse), entonces parece que las mujeres se 'masculinizan' (irremediablemente) a lo bestia al llegar a puestos de responsabilidad y que son precisamente ellas (las mujeres directivas, las mujeres poderosas) quienes se lo ponen más difícil a todas las demás.
Todo ello conduce a crear una idea subterránea, nunca dicha y tantas veces activada: la idea de que, si las mujeres ganamos la mitad que los hombres por el mismo trabajo, si tenemos bajas de maternidad demasiado cortas, si no nos contratan cuando estamos embarazadas o podemos estarlo, si nos ponen mala cara ante una jornada reducida… eso es precisamente por culpa de otras mujeres. Por culpa de las que queremos ser hombres y que nos comportamos como tal en cuanto conseguimos un empleo. Y como súper machos en cuanto conseguimos un ascenso. Vamos que si a las mujeres nos va mal es por culpa de otras mujeres. Por 'malas-madres' como Marissa Mayer. O lo que es lo mismo: LAS MUJERES SON AUTORAS DE LAS INJUSTICIAS QUE PADECEN. Esta frase nunca se dice, claro, pero suena, resuena, yo la escucho. ¿Soy la única que puede oírla?
Y es una trampa. Siempre es una trampa. Y hace daño. SIEMPRE. A las mujeres en general y a la mujer elegida (siempre sin su permiso) para representar a todas en particular. Marissa Mayer en este caso.
Yahoo fichó a Mayer (hasta entonces vicepresidenta de Google) estando embarazada de su primer hijo.
Mayer gana como CEO de Yahoo un millón de dólares, que se sumarán a unos variables de 20 millones al año con un máximo de 100 en cinco años, según Forbes. (Ojalá también en eso sea representante de todas).
Mayer ha extendido los permisos de maternidad (y paternidad) para todos los empleados de Yahoo, que ahora pueden disfrutar de 16 semanas de baja retribuida en el caso de las madres y de ocho semanas en el caso de los padres.
Cuando nació su primer hijo, Mayer mandó construir una guardería junto a su oficina para facilitarle cumplir con sus responsabilidades de madre.
En EEUU la baja por maternidad no está remunerada. Y sólo se reconoce como derecho a las mujeres ausentarse 12 semanas del trabajo.
Durante sus años en Google, Mayer creó uno de los rasgos más emblemáticos de la web: la pantalla minimalista y de fondo blanco de Google.com. Entonces dijo: "Google tiene tantas funciones como una navaja suiza. Pero en nuestra página de inicio preferimos mostrarla cerrada, porque es simple y elegante. Muchos de nuestros competidores, en cambio, parecen navajas suizas abiertas. Y eso puede parecer intimidante o dañino". Es una pena que sepamos cuántos hijos tiene, si van a la guardería o no, etc, y muy poco de sus logros laborales concretos.