Claudia Schiffer lidera con glamour un núcleo familiar que parece salido de un spot de champú de camomila, de esos de muchos girasoles y niños de cabellos dorados. La rubia teutona, casada con el productor de cine inglés Mathew Vaughn desde hace diez años, vive con sus tres preciosos churumbeles, Caspar de 9 años, Clementina, que cumplirá 8 en noviembre y Cósima de tan solo dos, una vida de glamour rústico inglés en el condado de Suffolk.
“Vengo de una familia grande y siempre he querido tener mis propios hijos”, contaba hace tiempo en una revista. “Antes de conocer a Matthew trabajaba sin parar pero cuando me casé se me presentó ante mi una nueva vida”, declara. La top señala que dar a luz a su primogénito le cambió las prioridades. “La maternidad es mi trabajo y mi hobbie”, reconoce.
La descendencia no sólo reporta satisfacciones familiares a la modelo, también alimenticias: “Desde que comencé a tener niños puedo comer lo que deseo. Como chocolate todos los días y bebo leche entera para no perder peso”, afirmó en una ocasión.
Claudia disfruta con el modo de vida de lady inglesa que tiene en este momento y lo transmite a través de sus hijos. Los dos mayores acuden a un selecto colegio británico de pintoresco uniforme. La maniquí no es amiga de posar con los niños pero en 2007 realizó un reportaje con ellos para Vanity Fair.
La llegada de la benjamina de la familia, Cósima, estuvo precedida además de un posado “a lo Demi Moore”. Claudia apareció embarazada y desnuda en la portada de la edición alemana de la revista Vogue. Las imágenes del reportaje estaban tomadas, además, por su mentor y descubrido, Karl Laggerfeld.