Mariah Carey encarna un montón de virtudes que, personalmente, adoro en un personaje público: es una mamarracha integral, sus baremos del buen gusto se rigen por el “cuanto más, mejor” y, además, siempre nos sorprende elevándose a sí misma a una potencia aún mayor. Por eso, en forma de sentido homenaje por la mujer que vive en una perenne Navidad, he decidido recordar sus imágenes más ‘finstras’ (que me perdonen los académicos de la lengua, pero no hay término que pueda definirlo mejor) de la superdiva de la música.
El reciente percance de la protagonista de ‘Glitter’, que se dislocó un hombro grabando un videoclip, me ha puesto sobre la pista. Tras el desgraciado accidente, la multifacética mujer informó de su situación médica posando desde la camilla de Urgencias como si de una sesión para Anne Leibovitz se tratase. La guinda del pastel nos la dio el pasado domingo cuando actuó en un concierto benéfico luciendo unos cabestrillos con tanto brilli-brilli que no eran recomendables para el visionado de personas con problemas de epilepsia. ¡Granda Mariah!
La del otro día no era la única foto hospitalaria que la estrella ha regalado a sus seguidores desde que tiene Tuiter. Hace un año y medio su esposo tuvo un accidente esquiando y a modo de parte médico la estrella publicó esta imagen en la que, amorosa como pocas, le da mimitos a su esposo en el hospital.
No querría imaginarme a la Jefa de Planta de aquel hospital hecha una basilisca ante semejante estampa. Lo que más me gusta de la foto es el bodegón de la derecha: ese neceser abierto al lado de la botellita de agua, la crema hidratante y el mando de la tele.
Pero la joya de la corona del universo Mariah es, sin duda, la foto que se hizo junto a un homeless. Y es que la Carey sabe que una diva tiene que comportarse como tal hasta con un ataque de diarrea. Observen ustedes cómo posa nuestra musa e icona al lado del pobre mendigo que le pidió una foto para fardar entre sus compañeros del albergue benéfico.
Y es que las cosas más cotidianas se transforman en grandiosas si son vividas a través de instantáneas de Mariah Carey. Nada me puede aburrir más que ver las fotos que suelen distribuir las agencias de paparazzis de famosos paseando sus perros… ¡Salvo cuando se trata de Mariah Carey! Miren que arte tiene para llevar a sus mascotas a que hagan pis y caca.
Y es que en el mundo de Mariah el minimalismo es el Malingo. Tal y como desvelaba recientemente Guillermo Alonso en la web de Vanity Fair, su Instagram es digno de que le pongamos un altar y le rindamos pleitesía. Y para muestra, dos botones. Con todos ustedes, la Mariah Carey más sencilla y cotidiana:
Y ¿qué decir de sus acontecimientos familiares? Recientemente nos sorprendía a todos casándose en Disneylandia inventando un nuevo concepto artístico que supera las vertientes del barroco y el rococó. Pero no ha sido la única estampa familiar para no olvidar. Atención a cómo celebran los Carey la llegada de la Pascua y la Navidad.
Tras estas imágenes solo podemos festejar la existencia de Mariah en este mundo. Miss Carey, ¡¡muchas gracias por ser tan finstra!!