Con el pim piribí pimpím... de los famosos

divinity.es 11/02/2013 18:57

"Porque yo quiero a todo el mundo... o sea, te quiero a ti, quiero a éste, quiero al otro. Yo quiero a todo el mundo. Yo soy una persona que quiero a todo el mundo, yo soy una... tengo un... no sé, sé una cosa muy... soy muy humana". Aquellas palabras que en su día pronunció la gran Nati Abascal hicieron historia. Pero Nati no está sola.

Lejos de incitar al consumo de alcohol –pernicioso hasta el punto de considerarse una auténtica lacra social-, me he decidido a señalar las ocasiones puntuales (puntualísimas de hecho) en las que personajes famosos no han calibrado las consecuencias o la cantidad de bebida consumida. Amaia Montero, por citar otro caso netamente español, salió al escenario con el clásico efecto de 'lengua de trapo' en la edición de 2009 de los Premios 40. A la gente le encantó la naturalidad de la cantante. ¿A quién no le ha ocurrido que unas cañitas le pongan más “contento” de lo que esperaba?

Reiterando que el consumo de alcohol y la naturalidad con la que se incluye en nuestra cultura es un auténtico peligro, voy a señalar situaciones en las que algún famoso (y ninguno español) ha sido pillado un poco (o un bastante) “piripi”:

PAMELA ANDERSON:

La neumática actriz se dejó ver en Saint Tropez bailando ¿en camisa? viniéndose arriba, para acabar más mustia y alicatada que un gotelé de pared.

TAMARA ECCLESTONE:

La hija del magnate de la Fórmula1, Bernie Ecclestone es lo que llamamos una “socialité” en toda regla: Luce ropa cara, acude a las fiestas más divinitys y se pasea por los lugares de moda. Además, no gana para escándalos: Por internet “rulaba” un video de alto contenido erótico de su novio con una transexual. Tamara acabó con la relación. En Inglaterra ha grabado un reality en el que muestra lo absurdo que puede llegar a resultar ser millonaria: Tener una bañera de más de un millón de euros, ir al médico porque le ha salido un grano… En Nochevieja se agarró una cogorza de impresión, y su propia madre se tuvo que ocupar de ella y llevarla a su mansión a dormir la mona.

KATE MOSS:

Aquí vemos a la modelo más reputada de nuestra era en tres momentos bien diferentes saliendo por Londres (incluso con su marido Jamie Hince). Vivir rodeada de fotógrafos es lo que tiene: que cualquier desliz se convierte en noticia, y que cometer tres veces el mismo error crea una fama (no sé si merecida o no) de borracha, nada positiva.

ROBERT PATTISON:

Sí amigas: el guapérrimo, elegante y hasta ahora incorruptible Robert cuando está bebido pierde todo su sex appeal y su tupé, le tienen que llevar para que no se vierta hacia ningún lado y es un escombro humano que parece que intenta pero no consigue comunicarse en un idioma racional.

KELLY OSBOURNE Y NAOMI CAMPBELL:

Esto de aquí no es una foto y su negativo, ni una invasión zombie. Son dos instantáneas de dos celebrities en un momento muy similar. ¿No les ha ocurrido a ustedes eso de notar el cansancio al sentarse o el sueño al tumbarse? A Kelly y a Naomi, les sube (o les baja, según como se mire) toda la melopea al meterse en el coche. “¡Ay!” –parecen quejarse- “este último carajillo me ha dado ardor”.

PARIS HILTON

Si observamos la secuencia de imágenes de la rica heredera, podemos hacernos una idea de la potencia de los brebajes que toma: Primero desenfreno total, surrealismo al cubo: ella salta empapada en una fiesta como de piso de estudiantes, sin que sea un piso y sin que sean estudiantes. Después, el desenfreno total, Paris se mete en la boca una gorra (¿). Por último, se la tienen que llevar en volandas, porque no sabe si va o viene. Lo que más me duele es no conocer el desenlace de esta alegre jornada.

PRÍNCIPE HARRY:

Si la casa real británica tuviera que elegir una oveja negra (bueno, pelirroja) sería el príncipe Harry, que nos tiene acostumbrados a imágenes insólitas (como cuando se vistió de nazi, o cuando apareció desnudo). Estas instantáneas corresponden a una estancia en Croacia en las que es evidente que disfrutó bastante.

BRIGITTE NIELSEN:

¿Recuerdan aquella escultural mujer que paseaba un cuerpo cincelado por perfeccionistas ángeles del cielo? A la vista está que nada queda de ella. La ex de Sylvester Stallone fue vista en un parque de Los Ángeles de esta guisa. Quiero pensar que le sentó mal la comida o que está desarrollando una alergia que desco