Francis Montesinos empieza en cuento y termina en boda
Marujita Díaz (que estaba en primera fila) se pudo sorprender al principio del desfile que, por cierto, fue de mejor a peor. Sobre un escenario en el que reinaban dos árboles blancos comenzaron a desfilar las ninfas de un cuento. En el primer pase eran Caperucitas de bien que levaban su maleta y unos sombreros de corola (dignos de Marujita en sus años mozos). Lo cierto es que la propuesta no parecía Montesinos, como si el diseñador hubiera dejado atrás su eterna reinvención de la mujer flamenca. La cosa se fue complicando: las mantas se convirtieron en abrigos,los estampados sobre raso y terciopelo se mezclaban (en hombre y mujer) con retazos lenceros en un despropósito que ya sonaba más a las creaciones del andaluz. Precisamente la lencería fue el previo al culmen en la fiesta, donde bajo una música muy española desfiló la mujer flamenca. De negro y con pura lencería. Cerró un vestido en rosa y blanco, como fruncido de nubes de algodón. Esa era su propuesta nupcial. ¿Creían que no era posible comenzar con Caperucita y acabar con un cuento de hadas? Eso sí: el cásting de modelos patrios fue impecable: Marina Pérez, Sheila Márquez, Antonio Navas...Francis Montesinos empieza en cuento y termina en boda
Marujita Díaz (que estaba en primera fila) se pudo sorprender al principio del desfile que, por cierto, fue de mejor a peor. Sobre un escenario en el que reinaban dos árboles blancos comenzaron a desfilar las ninfas de un cuento. En el primer pase eran Caperucitas de bien que levaban su maleta y unos sombreros de corola (dignos de Marujita en sus años mozos). Lo cierto es que la propuesta no parecía Montesinos, como si el diseñador hubiera dejado atrás su eterna reinvención de la mujer flamenca. La cosa se fue complicando: las mantas se convirtieron en abrigos,los estampados sobre raso y terciopelo se mezclaban (en hombre y mujer) con retazos lenceros en un despropósito que ya sonaba más a las creaciones del andaluz. Precisamente la lencería fue el previo al culmen en la fiesta, donde bajo una música muy española desfiló la mujer flamenca. De negro y con pura lencería. Cerró un vestido en rosa y blanco, como fruncido de nubes de algodón. Esa era su propuesta nupcial. ¿Creían que no era posible comenzar con Caperucita y acabar con un cuento de hadas? Eso sí: el cásting de modelos patrios fue impecable: Marina Pérez, Sheila Márquez, Antonio Navas...Francis Montesinos empieza en cuento y termina en boda
Marujita Díaz (que estaba en primera fila) se pudo sorprender al principio del desfile que, por cierto, fue de mejor a peor. Sobre un escenario en el que reinaban dos árboles blancos comenzaron a desfilar las ninfas de un cuento. En el primer pase eran Caperucitas de bien que levaban su maleta y unos sombreros de corola (dignos de Marujita en sus años mozos). Lo cierto es que la propuesta no parecía Montesinos, como si el diseñador hubiera dejado atrás su eterna reinvención de la mujer flamenca. La cosa se fue complicando: las mantas se convirtieron en abrigos,los estampados sobre raso y terciopelo se mezclaban (en hombre y mujer) con retazos lenceros en un despropósito que ya sonaba más a las creaciones del andaluz. Precisamente la lencería fue el previo al culmen en la fiesta, donde bajo una música muy española desfiló la mujer flamenca. De negro y con pura lencería. Cerró un vestido en rosa y blanco, como fruncido de nubes de algodón. Esa era su propuesta nupcial. ¿Creían que no era posible comenzar con Caperucita y acabar con un cuento de hadas? Eso sí: el cásting de modelos patrios fue impecable: Marina Pérez, Sheila Márquez, Antonio Navas...Francis Montesinos empieza en cuento y termina en boda
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