Cuando una mujer decide casarse tiene por delante una de las decisiones más importantes, en cuestión de vestuario, de su vida. La primera duda es el color del vestido, las tendencias del próximo año se mueven entre blancos rotos, tonos crema e incluso dorados, aunque algunos diseñadores se salen de la norma, como Vera Wang, que arriesga con el binomio blanco y negro, Oscar de la Renta que propone alternativas como el celeste o el rosa y Roberto Diz que se decanta por el blanco puro mezclado con plata.
En cuanto a los tejidos hay dos grandes grupos, por un lado están los tejidos opacos como raso, satén, brocados o seda, y por otro lado los transparentes o semitransparentes ya sean lisos como seda, chiffon, organza, georgette o tul o con dibujos, entre los que encontramos los encajes, el plumeti, el guipur y los bordados.
En las colecciones de novia de Jesús Peiró para la próxima temporada, “Soirée” y “Orient Express”, encontramos una gran variedad de tejidos en más de cien modelos para mujeres de todos los estilos, desde las que optan por lo más sencillo a aquellas que prefieren telas más fantasiosas.
En cuanto a los cortes, hay para todos los gustos, el estilo sirena y princesa para las más románticas, el corte imperio y en forma de A para las que prefieren la comodidad y las asimetrías, el estilo grecorromano y los plisados para las amantes de lo ‘vintage’, diversidad de patrones que se adaptan a todos los cuerpos.
Por los desfiles de las ferias de Nueva York y Barcelona “Bridal Week” han paseado propuestas en las que las faldas con volumen son las protagonistas. En Pronovias, en forma de romántica falda hecha con una cascada de ‘ruffles’, en Ángel Sánchez una sencilla propuesta con bolsillos incluidos y en Rosa Clará, una auténtica propuesta de princesa.
En el otro extremo están las siluetas más pegadas al cuerpo, entre las que vemos una delicada propuesta de encaje en tonos crudos de Yolancris, otra de estilo ibicenco de Victorio & Lucchino y una sencilla falda recta con cola, de Pronovias.
Para hablar de los escotes hay que centrar la vista tanto en el frente como en la espalda. En cuanto a esta última, aunque el escote bajo es muy favorecedor, vuelven con fuerza los botoncitos que recorren el vestido desde el cuello a la cadera, quizá uno de los símbolos más característicos de un vestido de novia.
La forma del escote delantero depende tanto de los gustos como de lo que mejor sienta a cada mujer: en pico, corazón,’hatler’, asimétricos, barco, ‘strapless’ o cubiertos con transparencias, propuestas de lo más variadas para que cada novia tenga a su disposición todas las opciones posibles.
Otra duda que surge en la cabeza de muchas novias es la de llevar o no velo y aunque viene con fuerza para la próxima temporada, ya sea liso, bordado, con aplicaciones o con puntillas, este año con el ‘remake’ de la película “El gran Gastby”, los años 20’s y sus tocados están de máxima actualidad, un recurso muy femenino y favorecedor para el día de la boda.
Algunas novias prefieren sustituir el velo por mantillas, diademas, horquillas, pasadores, tocados de flores o joyas ‘vintage’ ya sea sobre un recogido o en una melena suelta. Hay miles de propuestas, aunque hemos escogido uno de Le Touquet formado por pequeñas flores que la novia lleva con el pelo recogido y una diadema para un semirecogido.
El calzado es el toque final y fundamental. A la novia se le ven los zapatos y mucho: cuando baja del coche, suele ser la primera foto oficial o cuando se recoge el vestido para bailar el primer baile, momento en el que miles de flashes se disparan. Deben ser preciosos y, si es posible, no demasiado incómodos, en cuanto al estilo, lo mejor es dejar volar la imaginación: lazos, brillos, plumas, oros, salones, sandalias,… está claro que las posibilidades son infinitas.
Solo queda elegir el ramo y eso depende del resto de elecciones que hayamos hecho, lo mejor es dejarte llevar por tus preferencias, como en todo lo demás y aunque nunca están de más los consejos de los profesionales, déjate llevar por tu intuición y, por supuesto, por tu corazón. Mientras, algunas de las novias más guapas de la historia nos servirán de inspiración, Grace Kelly, Audrey Hepburn y Carolyn Bessette.