Estilo princesa
Suele ser el look de novia por excelencia. Todavía hoy -a pesar de la multitud de tendencias diferentes para elegir- la novia sueña con un vestido clásico y un estilo de princesa de cuento. Y ocurre que muchas de las nuevas modas que aparecen, se adaptan a este look para contentar a todas aquellas que lo buscan. Es el caso de las coronas de flores.
Si tu estilo tira más bien hacia el clasicismo aristócrata, fíjate en la corona que llevó la Princesa Magdalena de Suecia. Es la versión real de la corona de flores. Reconvertida en tiara y con una banda inferior de flores. Perfecta para llevar con un recogido y, como mandan los cánones, un velo que derroche metros de tul y encaje.
La corona hawaiana: los orígenes
En la cultura polinesia, origen de este accesorio, la corona de flores es un obsequio que se hace para dar la bienvenida, despedir o felicitar a alguien. Hawaii la hizo popular gracias al turismo y también por esta isla se asocia este complemento a la estética surf. Frida Kahlo la convirtió en icono de estilo y hoy no hay evento que no sea una excusa para lucirla. Desde un festival hasta una boda.
Eso sí, si eres novia y te decides por este estilo, intenta que el lugar y la decoración acompañen al look ya que la estética es marcadamente playera. En el caso de que seas más de campo, también le irá bien este estilo que puede tirar hacia lo bucólico-campestre tal y como la llevó Jacqui Ashley en su boda con Guy Ritchie. Melena suelta, flores naturales (si se puede mejor) y todo el protagonismo para ellas.
El vintage siempre es una buena idea
La que fuera Miss España en 2006, Elisabeth Reyes, se casó hace con dos años con el futbolista Sergio Sánchez y para la ocasión pudimos ver otra versión de este accesorio favorito para las novias. Una corona de estilo vintage con una pieza central en oro envejecido y con flores de perlas y cera en blanco. Un estilo favorecedor y que va bien con casi todo tipo de vestidos y bodas.
Estilo hippy-ibicenco
A pesar del malogrado final de su matrimonio, Alba Carrillo le dió un twist muy acertado al look con corona de flores llevando una cinta de guipur que seguía el mismo patrón que los tirantes de su vestido. Un recurso que dota al estilismo de cierto romanticismo naïf y, al mismo tiempo, de un look hippy que puede ir de fábula con una boda en la playa. Este tipo de accesorio es perfecto para las que huyen de los excesos, quieren seguir la tendencia pero sin caer en el exceso y además, mantener la tradición del look en total white.
Romántico minimalista
Keira Knightley no solo sorprendió con su vestido de novia -uno de tul corto con chaqueta de Chanel- sino que también lo hicieron sus accesorios. Además de llevar por zapatos unas bailarinas sin ningún tipo de complejo, llevó una delicada corona de flores diminutas que le otorgaba el contrapunto perfecto al look un tanto rockero que escogió. Con esta corona fina y sin más excentricidades, quedaba demostrado que menos es más. Perfecto para las románticas empedernidas con un punto gamberro.