Así es la casa en la que María Castro vive junto a su marido e hijas: una amplia terraza y referencias al ballet

María Castro está en plena recta final de su embarazo. Antes de Semana Santa, llegará al mundo su tercera niña, después de las dos que ya tiene fruto de su actual relación con José Manuel Villalba: Maia y Olivia. Es por ello que, hace escasos meses, la pareja y sus hijas decidieron mudarse de residencia antes de convertirse en familia numerosa.

A finales del pasado año, María Castro y su familia se mudaban a su nuevo domicilio, el cual la actriz se ha encargado de mostrar en sus redes sociales. El hogar está compuesto por un salón convertido en un espacio multidisciplinar, decorado en negro y beige. El sofá, del mismo color, descansa frente a una mesa redonda doble situada en el centro de la habitación sobre una alfombra, anterior a la televisión y a los muebles de madera en los que se apoyan unos focos de cine de decoración y jarrones con estampado étnico.

El lugar, además de ser una zona de relax para ver películas desde el sillón o leer un libro como acostumbra a hacer la intérprete, tiene otra franja dirigida a sus hijas con sofás tamaño mini, focos también diminutos, una alfombra que cubre el suelo más infantil que la anterior en color rosa y una barra de ballet donde las niñas practican una de sus modalidades preferidas tanto de ellas como de su madre.

También dentro de esta misma estancia, la pareja ha incluido una mesa maciza con seis sillas de ratán donde disfrutan de largas comidas y sobremesas junto a sus familiares y amigos. Sin embargo, este no es el único lugar dedicado a ello ya que el comedor tiene salida directa a una terraza con césped artificial de varios metros de longitud y con una barbacoa.

En la habitación principal, la decoración es sencilla y ambientada en la naturaleza, con colores verdes y parte de la pared con hojas de árboles. Además, cuenta con un gran vestidor realizado en su totalidad en madera donde tanto María como José Manuel almacenan colocada toda su ropa de las distintas temporadas del año.

En cuanto al cuarto de las niñas, está decorada con papel pintado en rosa y blanco y con imágenes de bailarinas. Las camas, que a su vez esconden otras supletorias, están adornadas con colchas y cojines similares a la temática de la pared y además cuentan con unos cabeceros que simulan la forma del tejado de una casa. En las paredes, se puede observar una mesa tocador y una estantería con decenas de libros y con las letras ‘M’ y ‘O’, iniciales de los nombres de las pequeñas.