200 escalones, una hora espera y mucha emoción: recordamos la boda de Anne Igartiburu con Igor Yebra

Tras tres años de discreta relación, Anne Igartiburu e Igor Yebra decidían sellar su amor con una romántica e íntima boda en un enclave único, la ermita de San Juan de Gaztelugatxe. La pareja no llegaba a celebrar su segundo aniversario de casados, pues antes sorprendían con el anuncio de su separación. 

Anne es una de las presentadoras más queridas por los espectadores, siempre amable y dispuesta a aprender y compartir lo aprendido. Por su parte, Yebra era más desconocido por el público, aunque siempre ha sido un reputado bailarín, formado en la escuela de Víctor Ullate y ahora, dueño de su propia escuela de baile en Bilbao y, durante un tiempo, director de la escuela de ‘Fama, ¡a bailar!’ durante la época en la que el programa se emitió en Movistar+.

La boda de Igor y Anne tuvo un gran protagonista, con permiso de los novios, y este fue el lugar escogido. Naturaleza, historia y tradición se combinan en este enclave, este rincón único que, con el paso del tiempo, ha tenido que reducir el número de visitantes para poder protegerlo, porque su ermita también fue escogida como escenario en ‘Juego de Tronos’. 

Todavía faltaba mucho para eso cuando, en 2004, la pareja lo escogía como escenario para su boda. Una cita a la que ambos llegaron tarde, aunque la novia casi una hora después del horario previsto, algo bastante entendible, pues la presentadora tuvo que subir los más de 200 escalones que llevan a la ermita. En algunos momentos incluso tuvo que sujetar la cola del vestido, para evitar tropezar. 

La ceremonia fue muy emotiva, en español y en euskera, y estuvo amenizada por la música en directo de un terceto de cuerda. Los novios escogieron las melodías (como el Himno de la alegría, o el Canon, de Pachelbel), y también las lecturas, y la misa fue oficiada por el padre Juan Gallastegui, amigo de la familia de toda la vida y quien le dio la comunión a Anne cuando era una niña. 

La madrina fue la madre del novio, que esperó junto a él a que la novia ascendiera todos los escalones de la mano de su padre, que ejerció como padrino. La gran ausente, aunque estuvo presente en su memoria y su recuerdo, fue la madre de Anne, fallecida cuando la presentadora era una niña durante un rescate el helicóptero. 

El entorno era idílico, el altar estaba adornado con motivos marineros y la proa de un barco y Anne no podría haber estado más radiante. Para la ocasión, escogió un ajustado vestido de encaje, en blanco roto, con un detalle de lágrima en el pecho, firmado por la diseñadora Lidia Delgado. Mantuvo su cabello recogido y lució un ramo de flores blancas. 

Tras la celebración, la pareja no tuvo una luna de miel como tal, Igor tenía que viajar fuera de España por trabajo y la presentadora confirmaba para Hola que planeaba acompañarle. Los viajes de Yebra fueron una constante a lo largo de su matrimonio, a causa de su profesión. Finalmente, la pareja confirmaba su separación en 2006.