D. Martín: "¿La felicidad? Comer cordero, hacer el amor o tocar en Las Ventas"

15 años a tus espaldas, una gira, dos fechas en España, y el cartel de 'No quedan entradas' a punto de colgarse, ¿da vértigo? ¿Crees que es momento de hacer balance?

Bueno, la verdad es que vértigo ninguno, agradecimiento sobre todo y muy contento por lo que está pasando. Acabamos de agotar las entradas de Madrid a cinco meses de la fecha, así que feliz. Y el balance yo creo que lo hacen las canciones, el seguir generando cosas en la gente, transmitiendo y ver que eso sucede cuando te dicen que has agotado las entradas. Creo que es un balance positivo y bonito y ojalá podamos seguir disfrutando de este tipo de momentos.

Si no estás en la cuerda floja, ni mucho menos, ¿por qué tu nueva gira se llama así?

Tiene mucho que ver con el momento que vivimos, tiene que ver con los seres humanos, con el recorrido que hacemos las personas en nuestras vidas. Atrevernos o no atrevernos a pasar por esa cuerda, que nos ayuden a pasarla,… Yo creo que eso significa un poco la vida. Los dos conciertos tienen que ver a nivel estético con el circo y sería desvelar demasiado si contara muchas más cosas. Pero creo que estamos montando una producción preciosa, una superproducción con un montón de músicos y de artistas de circo en el escenario,… Desde que la gente entra al concierto va a poder disfrutar y se va a poder ver metida en un mundo que no tiene nada que ver con el de fuera.

Osea que podemos hablar de una etapa de felicidad

La felicidad es como una palabra que la veo tan lejos… Lo que si que creo que vivimos los seres humanos que son momentos, que puede contener algo de esa palabra. La felicidad es tan diferente para cada persona… El otro dia iba corriendo por el retiro sintiéndome increíble y sentía que no me tenía que pasar nada más que ese momento. La felicidad es comerte un cordero con patatas fritas, hacer el amor, tocar en Las Ventas o que te den buenos resultados de un análisis o que las canciones generen cosas. Cada uno vive la felicidad a su manera. Yo estoy en un momento en el que debería estar dándome con una piedra en los dientes desde que me levanto hasta que me acuesto. Soy un ser humano y a veces me boicoteo, que lo voy a pasar fatal, que todo va a ser una mierda, que se van a caer Las Ventas y no voy a poder tocar ahí,… Mi inseguridad me va a bloquear y no voy a poder salir a cantar. Me duele y quiero morir. Y a veces tengo puntitos de felicidad,como todos.

Cinco años con ECDL, 3 discos en solitario, miles de ciudades y conciertos, casi medio millón de seguidores en twitter,… ¿Cómo se mantienen los pies en la tierra?

Pensando que mañana viene el aire para otro lado y que la gente te dejará de seguir o dejarás de generar cosas en los demás. Yo creo que pensando poco en esos números es como mejor se lleva todo eso. Es mejor pensar en que ayer me fui con mi padre al fútbol, que mañana me voy a Argentina y voy a tocar en un teatrito para 800 personas en vez de en un sitio para 22000,... ¡Y viajar! Sobre todo viajar y ver mundo te hacen darte cuenta de que eres un microbio en el planeta, y es que aunque en tu país te vaya muy bien, hay un montón de lugares donde no te conoce nadie y donde no significas nada para ningún tipo de persona. Y eso te hace ver lo que realmente eres, que no es más que un ser humano.

Sigues siendo pues un chico normal. ¿Qué es lo primero que hace Dani Martin al despertarse?

Para empezar, gracias por lo de chico pero ya… (ríe) Me considero una persona normal, con un mis defectos a corregir pero con un montón de cosas buenas también. Y mi día a día… me levanto a las nueve de la mañana, desayuno y me voy a hacer boxeo desde las 10 y media hasta las doce y media, luego me voy al mercado y compro lo que quiero comer ese día y me lo hago en casa o salgo a comer con algún amigo. Por la tarde compongo y así. Estoy en un momento de rutina y de querer hacer eso porque me hace bastante bien. Y cuando estoy de gira, me levanto, me meto en una furgoneta y me hago 350 o 600 km, como, hago prueba de sonido, concierto, me voy a la cama y al día siguiente otra vez. Una vida normal, trabajando, haciendo canciones y viajando.

Y qué música escuchas aparte de tus discos

La música que más escucho ahora mismo es la banda ‘Sidecars’ y que voy a tener la suerte de que estén abriendo los conciertos de Madrid y Barcelona. Se la recomiendo a todo el mundo, creo que tienen un montón de cosas preciosas y que generan un montón de cosas al escucharles.

¿Y cuáles son tus webs de cabecera?

Tiendas de coleccionista de discos antiguos, ropa de boxeo, tiendas de zapatillas raras o antiguas, Itunes…

¿A qué se hubiera dedicado Dani Martin en estos 15 años si no hubiera sido a la música?

Tampoco soy vidente. (ríe). He hecho cosas como actor, yo creo que me dedicaría al cine, porque ya lo he hecho antes. A lo mejor sería el peor actor de este país, no sé qué decirte.

¿Y qué queda del Dani Martin de 'El Canto del Loco'?

¿Crees que queda algo de ti cuando ibas al colegio? Evidentemente, siempre he sido yo. Lo bonito del ser humano es evolucionar de manera natural y permitirte vivir el momento que estás viviendo. Imagínate estar saliendo con la pareja del presente pero estar acordándote de la del pasado. Serías un infeliz. Yo soy feliz haciendo lo que estoy haciendo, no me acuerdo del canto, pero si que forma parte de mi ADN, es imposible no tener esa cosa que existía ahí, sigue perenne y sigue vivo.

Después de toda la experiencia y la satisfacción que llevas a tus espaldas, ¿qué más le pides a 'tu teatro'?

Me queda todo por hacer, mi disco anterior es como si hubiera sido mi primer disco. Tengo mucho que aprender, creo que estoy empezando. El mundo es tan grande, tantos viajes por hacer, tanta gente por conocer,… Todavía hay mucho por contar.

Casi con total seguridad Dani Martín sigue soñando. ¿Con qué?

Subirme a un avión esta noche, irme a Argentina y actuar en un teatrito de un país que casi no me conoce y seguir llevando mi música a muchos sitios. Que la gente venga a Madrid y Barcelona a disfrutar y que mis canciones sigan llenando discos con emociones y con cosas que le pongan la piel de gallina a la gente.